Los vecinos del lugar de Calvelo, en la parroquia de Tenorio, no cejarán en la lucha. Ayer, un grupo de habitantes de la zona se volvió a reunir en el entorno del prácticamente reformado vial N-541 para estudiar las medidas a tomar ante un proyecto que consideran que ha hecho que la peligrosidad de la carretera aumente.

El colectivo vecinal acordó seguir adelante con su solicitud de pedir responsabilidades tanto al Concello de Cerdedo-Cotobade como al Ministerio de Fomento. No descartan solicitar una intervención en algún próximo pleno municipal cercano.

Su objetivo no es otro que conseguir que el Concello de Cerdedo-Cotobade se pronuncie sobre la reforma y aclare qué sucede con el acceso peatonal "prometido". Los vecinos destacan que la carretera carece de arcén y, por tanto, necesita el citado espacio para los viandantes, ya que "es un vial muy utilizado por los vecinos y también por ciclistas".

Este es uno de los déficits, pero no el único. Y es que en las alegaciones que presentaron en su momento, y que no fueron tenidas en cuenta, se explicaba que "se reduce mucho la visibilidad para los peatones que crucen desde el margen izquierdo al derecho si se establece Pontevedra-Ourense como dirección".

Asimismo, la longitud de la calzada "se duplica", lo que hace que cruzarla sea mucho más peligroso, sobre todo para "niños, mayores y personas con deficiencias auditivo-visuales".

Además, también destacan que la visibilidad es "mucho más reducida para los residentes del margen derecho, pues en el cruce de salida se reduce considerablemente la citada visibilidad".

Por otro lado, varios usuarios con viviendas o parcelas en el lado izquierdo deben avanzar durante dos kilómetros para hacer un cambio de sentido si quieren ir hacia Tenorio. Este punto es conocido por su siniestralidad y señalado por el Ministerio de Fomento.

Por último, cierra el abanico de situaciones peligrosas las dos paradas de autobuses, una a cada lado, ya que muchos usuarios deben apearse cruzando el vial al margen contrario del que viven para acceder al transporte. No existe en ese tramo ni paso de peatones, ni semáforo ni paso a nivel.

Por todo ello, los vecinos consideran que el vial será considerado "un punto negro", ya que aunque algunos habitantes ven mejorada su accesibilidad, otros muchos cuentan ahora con más deficiencias.