Los cuatro grupos políticos del Parlamento gallego aprobaron ayer por unanimidad la propuesta del BNG para transformar en una senda verde de uso peatonal y ciclista el tramo de vía férrea en desuso entre Pontevedra y Arcade. Tras la presentación de unas enmiendas por parte de En Marea y del PP para extender la iniciativa a todo los tramos abandonados entre Pontevedra y Vigo, se amplió la petición que se trasladará al Ministerio de Fomento al tramo que discurre también entre Chapela y la ciudad olívica.

Parece que en esta iniciativa ampliamente demandada por colectivos ciclistas y vecinales, así como por los ayuntamientos, todos los partidos van de la mano. El diputado del BNG Luis Bará fue el encargado de defender la iniciativa que inicialmente se centraba únicamente en el tramo entre Pontevedra y Arcade por ser el aprovechamiento de este tramo de la antigua senda de ferrocarril "más fácil" y estar más avanzada la petición al contar con el posicionamiento favorable de las tres corporaciones afectadas. En cualquier caso no tuvo inconveniente en añadir también el tramo entre Chapela y Vigo.

Bará recordó que los dos tramos abandonados entre Pontevedra y Vigo son "perfectamente reconvertibles" en una senda verde en una actuación que además no requeriría de una importante inversión. El principal obstáculo a salvar es la desafección de los terrenos por parte del ADIF que insiste en reservar ese tramo de vía para un posible uso ferroviario en el transporte de mercancías. Bará recordó que en el último lustro "no pasó ningún tren por ahí y no va a pasar ninguno más" por lo que es necesario dar utilidad a estos espacios que hoy mismo presentan un elevado grado de abandono, tal y como denunció el diputado nacionalista.

Las ventajas serían múltiples, comenzando por el impulso de una movilidad sostenible animando al uso de la bicicleta o el recorrido a pie en estas zonas y también como reclamo turístico debido a los atractivos que compartiría esta senda verde como el Camino Portugués, la Vía Romana XIX, el ENIL del Gafos o las Salinas de Ulló, entre otros. También destacó que podría dar continuidad a la apuesta decidida que está haciendo Portugal por este tipo de sendas, con una vía verde incluida en el proyecto de la UE, Eurovelo, con un trazado que recorre el país de sur a norte desde Sagres a Monçao.

La iniciativa solicitaba además la colaboración de la Xunta con los concellos de Pontevedra, Soutomaior, Vilaboa, Redondela y Vigo; así como con la Diputación de Pontevedra, en la redacción de un proyecto constructivo y en el estudio de una estructura administrativa para la gestión y conservación de esta vía.

Por parte del PP, el diputado Jacobo Moreira manifestó la "plena disposición" del PPdeG en promover este tipo de vías verdes en aquellos trechos que estaban en desuso. Eso sí, indicó que la iniciativa solo se podría llevar a cabo "siempre que sea posible su desafección y no afecte al tráfico ferroviario". Moreira entiende la "prudencia" de Fomento a la hora de desentenderse de estos tramos ferroviarios hasta que no tenga meridianamente claro que no va a ser necesario para el tránsito de trenes".

El diputado popular destacó además que este tipo de infraestructuras están en consonancia con los planes que está desarrollando el gobierno de la Xunta con el plan de sendas verdes de Galicia, contribuyendo a una "movilidad más segura y sostenible", aunque la portavoz del PSOE, Patricia Vilán, le reprochó precisamente que el colectivo ciclista Pedaladas le entregara el premio de la "Tartaruga de Plata" por la lentitud en el desarrollo de estos proyectos de movilidad.

Marcos Cal, de En Marea, recordó que la senda se puede extender a Portugal y que podría tener continuidad hacia el norte con la que se proyecta entre Vilagarcía y Portas.