El santuario de Amil, en Moraña, celebró ayer otra de las grandes citas vinculadas a la romería de los Milagros, que se desarrolló hace una semana. Se trata de la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, que reunió una vez más a cientos de fieles y devotos, muchos de ellos llegados en peregrinación.

Y al igual que ocurrió en la romería del pasado domingo, la agrupación de Protección Civil de Moraña no fue requerida por la organización para velar por la seguridad dentro del recinto religioso. Los voluntarios sí se desplegaron por las inmediaciones y los viales de acceso, para atender a los peregrinos, pero en el interior de la fiesta su presencia fue ayer reemplazada por una ambulancia privada, según confirmó el jefe de la agrupación de Protección Civil, Javier Magariños.

Es la primera vez que la organización no solicita la colaboración de este colectivo para velar por la seguridad en todas las fiestas de Amil a lo largo del mes de septiembre. Y la presencia ayer de una ambulancia también suponía una novedad, ya que en la romería de los Milagros no se dispuso de ninguna.

Magariños dice desconocer las razones por las que este año se decidió prescindir de ellos, si bien los voluntarios sí actuaron en las inmediaciones.

Al margen de esta controversia, las celebraciones en honor a la Virgen de Guadalupe atrajeron de nuevo a cientos de fieles hasta el santuario, que a la una de la tarde acogió la misa solemne seguida por la tradicional procesión. Por la tarde fueron las pujas y el resto de actos religiosos, que aún se prolongarán en Amil hasta el próximo domingo con la celebración de diversas misas y novenas todos los días.