La asociación Iniciativa Comunales celebra hoy en Marcón una jornada sobre montes vecinales, cambio climático e incendios forestales. Participa José Antonio Vega, uno de los mayores expertos en Galicia en la materia, que señala que si gobiernos con sus políticas, ciudadanos con su forma de consumir y dueños de superficies forestales no trabajan juntos, el verde de Galicia no solo cambiará de especies, arderá cada vez con más fuerza. El cambio climático ya está aquí y sobre él y la adaptación contra los incendios habla hoy en Marcón.
-Fue usted creador del Laboratorio de Lumes Forestais, en Lourizán, y estudió el cambio climático y sus efectos en Galicia ¿A qué conclusión llegaron?
-Nosotros realizamos un estudio en el que analizábamos a largo plazo, desde los 60 hasta 2008, la evolución que habían sufrido las condiciones meteorológicas que afectan al desarrollo y propagación de los incendios forestales. Detectamos que había un cambio que no había sido percibido por los servicios de extinción, un empeoramiento de las condiciones que inciden en la intensidad de los incendios y en la dificultad para extinguirlos. Una tendencia hacia el empeoramiento muy clara.
-¿Cuáles son esas condiciones?
-Fundamentalmente son meteorológicas, asociadas a la elevación de las temperaturas. Cuando la temperatura sube, la evapotranspiración (cantidad de agua en el suelo que vuelve a la atmósfera como consecuencia de la evaporación y transpiración de las plantas) sube en los árboles y eso supone una mayor demanda de agua. Si lo que se espera, y lo estamos viendo, es una disminución de las precipitaciones, sobre todo en verano, tendremos un periodo de sequía más prologando. Subirán las temperaturas y va a disminuir la humedad relativa. Eso crea unas condiciones de mayor peligro, porque a los árboles les va a sobrar material, no van a tener agua suficiente para mantener su vegetación verde y la convertirán en material muerto, que es más inflamable
-¿Cuánto han subido las temperaturas en Galicia en los últimos años?
-Entre un grado y medio y dos grados y medio. Siempre depende del intervalo que consideremos, la subida no es constante. Lo que nos dicen MeteoGalicia y la AEMET es que las condiciones de sequía van a ir aumentando en los próximos decenios. Las lluvias en verano se van a concentrar en menos días y el agua disponible será menor. Cuando llueve aproximadamente la misma cantidad pero concentrada en menos días, el aprovechamiento es mucho menor.
-Ha dicho en los próximos decenios, pero ¿y en la próxima década? ¿Qué consecuencias tendrá?
-Lo que vimos en nuestros programas de simulación es que las condiciones de intensidad de los incendios van a aumentar. No lo harán de manera uniforme en Galicia, lo primero que empeorará será la Galicia sur y la Galicia interior sureste, me refiero a Ourense. Ahí las condiciones se van a hacer cada vez más duras y los incendios más severos. Esperamos, lamentablemente, que eso tenga consecuencias muy negativas para el suelo, para la vegetación, la erosión, etc.
-¿Qué medidas se pueden tomar para combatirlo?
-Más que combatir, podemos adaptarnos. El combate forma parte de una estrategia a nivel mundial; pero en lo local también hay que adaptarse a la nueva situación. Quizá, lo que no podemos hacer es no plantar con la misma densidad de arbolado que lo estamos haciendo. Por otro lado, no podemos pensar en introducir especies que tengan gran demanda hídrica en verano, como el castaño o el roble, porque sus dificultades para sobrevivir aumentarán. Son medidas que necesitamos para mitigar los efectos del cambio climático. De una manera global, reduciendo las emisiones; pero también necesitamos aumentar la superficie arbolada con especies que demanden menos agua para fijar los niveles de carbono y aclarar las que ya tenemos para que necesiten menos agua.
