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El marisqueo afronta el verano con el menor número de días de cierre de los últimos años

Hasta ayer se registraron 22 jornadas sin actividad en el interior de la ría, el mejor balance del lustro -En julio suele ser proliferar la toxina, que tampoco se ha cebado con las bateas

Subasta de marisco en la lonja de Campelo. // G. Santos

El sector del marisqueo y del mejillón llega al verano, una de las épocas de mayor demanda, con uno de los mejores balances de los últimos años en cuanto a cierres de bancos y bateas a causa de la toxina y la marea roja. Aunque sí se han producido clausuras, el número de jornadas acumuladas en lo que va de año es mucho menor, por el momento, que en ejercicios anteriores, una situación que los profesionales del mar confían en que se mantengan ya que julio suele ser propicio a estos fenómenos adversos.

Además de estar a expensas de la toxina, el sector se enfrenta a dos proyectos pendientes desde hace tiempo en la ría, que no acaban de arrancar. Uno de ellos es el relativo al saneamiento integral, un plan en marcha por parte de la Consellería de Medio Ambiente pero sobre el que no hay avances públicos desde abril.

El otro gran asunto que afecta a los mariscadores y pescadores es el dragado del Lérez y el fondo de la ría, un proyecto de más de tres millones de euros que en los últimos meses se ha estancado por el rechazo de algunas cofradías a depositar cerca de la Illa de Tambo parte de los lodos retirados.

A la espera de que se produzca alguna novedad con estos dos asuntos, los mariscadores han tenido que sufrir hasta ahora este año 22 días de cierre y únicamente en la zona V, la situada más cerca de A Barca. Las otras dos áreas donde operan las cofradías de Pontevedra y Poio pueden presumir de actividad plena desde hace meses. En concreto, la zona V está abierta ininterrumpidamente desde el 24 de mayo, mientras que la zona IV lo hace desde noviembre pasado. A su vez, la III, la más exterior de las tres donde actúan los mariscadores, ya cumple un año sin cierre alguno.

Por su parte, el sector mejillonero sí ha sufrido este año más clausuras que el marisquero, pero también destaca que el número de jornadas es muy inferior al de años anteriores. Quizás la sorprendente climatología de estos meses influye en estos resultados. El polígono Portonovo C es el más castigado con 101 días de cierre en este primer semestre, mientras que el B suma 76 y el A 61. Es, en todos los casos, el mejor balance de los últimos seis años a estas alturas. Solo 2011 fue mejor para el sector.

Dragado

Son los propios bateeiros, junto con los trabajadores de la navaja, los que han puesto en entredicho el proyecto de dragado que reclaman los mariscadores. Aquellos dos colectivos recelan del lugar elegido por Portos de Galicia para el vertido de los lodos de peor calidad, en el entorno de Tambo, donde se ubican algunos de los polígonos de mejillón y parte de las zonas de extracción de navaja. Su rechazo a ese emplazamiento -proponen que se depositen más allá de Ons- tiene frenada la tramitación de todo el proyecto.

En cambio, las agrupaciones de mariscadores, sí asumen ese riesgo y urgen el dragado para mejorar el rendimiento de los bancos en funcionamiento y para regenerar, con los lodos de mejor calidad, otros que ahora están en desuso o con baja actividad. Sin consenso entre todos, Portos no parece dispuesto a continuar con el proyecto.

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