Poio ya vive de lleno sus fiestas principales. El municipio arrancó ayer oficialmente las celebraciones de San Xoán, que continuarán hasta el próximo lunes. Y lo hizo con un acto en el que premió el talento de sus jóvenes y de sus deportistas y que finalizó con un pregón tan atípico como original, en el que Bieito Lobariñas y Luis O Caruncho pusieron la nota de humor a base de regueifa.

El municipio recuperó el tradicional pasarrúas con sus cabezudos, que llegaron a la Casa Consistorial como previo al comienzo de los discursos. Ejerció de maestra de ceremonias la concejal de Cultura e Festexos, Lidia Salgueiro. La edil recalcó que las fiestas de San Xoán son la bienvenida que Poio da al verano y en ellas "hay hueco para todos". Asimismo, destacó que el municipio poiense es un lugar "sin complejos y con el rumbo marcado, que es un referente turístico y cultural en todo el país".

Luego llegó el turno de la entrega de premios. Primero, a los autores de los carteles de San Xoán ganadores: Mencía Garrido, Saúl Burgos y Vento Xil. Posteriormente, a los deportistas masculinos, femeninos y los equipos que esta temporada acumularon méritos y elevaron a los altares el nombre de Poio.

Tras los reconocimientos, llegó el turno del "nuevo" pregón. Y Bieito Lobariñas y Luis O Caruncho no defraudaron. Arrancaron desde la parte trasera de la Plaza del Convento ante la extrañeza del público que los buscaba en el balcón. Y poco a poco, se fueron acercando a la Casa Consistorial a ritmo de rimas y gaitas.

No faltaron ni la sátira, ni el humor ni la reivindicación de la lengua y la cultura gallegas en una conjunción que despertó numerosas risas entre el público asistente. Tras unos 20 minutos de versos -muchos de ellos improvisados- en los que nombraron a todos y cada uno de los lugares del municipio, finalizaron a base de muiñeira dando paso al alcalde, que con el ya tradicional chupinazo hizo oficial que Poio estaba en San Xoán.

Fue entonces el momento para disfrutar de la habitual rosca y vino que se reparte en el inicio de las fiestas y del concierto de la Escola de Acordeóns de Campelo, que marcó el punto y seguido a unos festejos que todavía no han hecho más que empezar.

Hoy desde bien pronto tendrán protagonismo las alboradas, antes de dar paso a la recogida de hierbas previa a la noche más corta del año, con A Seca como epicentro.