La media edad de los pacientes con cáncer en Pontevedra se ha retrasado en cinco años. Mientras que hasta hace poco se situaba en los 60, en la actualidad es, aproximadamente, de unos 65. "Ahora vemos pacientes de mucha edad. Yo he visto pacientes estas últimas semanas de ochenta y muchos años, de 92?", asegura Manuel Constenla, jefe del servicio de Oncología del Complexo Hospitalario de Pontevedra, CHOP.

"Si consultamos nuestras bases de datos, la edad media de inicio ahora está en los 65 años, mientras que antes nos salía 60. Una variable explicativa al respecto es el envejecimiento de la población y que estos pacientes ahora se mandan a Oncología, cuando antes no se operaban o no se mandaban", considera el médico. Esto se debe, aclara, a que las técnicas quirúrgicas han mejorado mucho. "Se opera por laparoscopia y se realizan operaciones que antes requerían tener un estado de salud muy bueno. Hoy en día te operan un cáncer de pulmón por un orificio del tamaño de un bolígrafo", explica.

Otras de las cuestiones significativas en el área sanitaria es el aumento de casos de cáncer de pulmón en mujeres, "que era desconocido en las mujeres hasta hace unas décadas". "La incorporación de la mujer al tabaco a finales del siglo pasado ha incrementado estos casos ahora. Muchas de ellas pasan ahora de los 40 años", indica Constenla.

En el CHOP se atiende a unos 1.100 pacientes nuevos cada año a los que se les ha diagnosticado un cáncer. Son los que llegan con un primer diagnóstico al servicio de Oncología del área sanitaria, que cuenta con unos 330.000 habitantes, similar a la que tienen la mayoría de los hospitales españoles. El jefe del servicio informa de que el 80 por ciento de esos pacientes responden a tumores de cáncer colorrectal, mama y pulmón. Es una tendencia que se mantiene desde hace años y que difiere en la última década en que "antes veíamos unos 600 nuevos con la misma base poblacional". "El incremento de pacientes nuevos es importante, pero para no especular sobre las causas habría que tener un registro poblacional de tumores, una demanda que todos los profesionales hemos hecho al Sergas desde tiempos inmemoriables", dice el oncólogo, que recuerda que en la década de los noventa se puso en marcha uno que duró un par de años y que, posteriormente, fue suspendido. "Esto nos permitiría saber de qué estamos hablando en concreto. Si hay más, menos, cómo cambia la tendencia en el tiempo? Si no, tenemos que sacar los datos de la incidencia americana", se lamenta.

En el último año se han diagnosticado en el CHOP 227 casos nuevos de cáncer colorrectal, 192 de mama y 132 de pulmón. También es significativa la cifra de los de tipo gástrico, 56, un cáncer que se da más en Galicia que en el resto de España.

"Hoy día se sabe que el tabaco es más adictivo que la heroína. La gente no lo deja porque no puede", asegura respecto al cáncer de pulmón y al tabaquismo, causante de la mayoría de los casos de tumores en estos órganos.

Respecto a los otros tipos de cáncer más frecuentes, no se conocen las causas exactas, aunque se asocian a factores externos como la alimentación.

La curación depende también del tumor y de su estadío. El de pulmón es de los más agresivos, mientras que el de mama es de los más benévolos.

En el caso de los niños, el índice de curación es muy elevado, de un 80 por ciento. El cáncer más común en los menores es el de tipo hematológico.

Avances tecnológicos

Constenla celebra que los últimos avances permiten detectar tumores más pequeños. Es el caso del cáncer de mama. "Se ha notado la implementación de los programas de screening implantados por la Xunta en los años noventa. Hay un cambio de escenario porque se ven tumores muy pequeños. El debate ahora es si podemos quitar tratamientos, no añadirlos", reflexiona.

Del mismo modo, el Sergas ha incorporado programas de detección precoz de cáncer colorrectal, cuyos efectos se verán en un futuro próximo. "Aunque también hay una crítica al respecto, ya que como no hay un registro poblacional que nos permita saber de dónde salimos, tampoco sabremos a dónde llegaremos", apunta. "De hecho, nos interesaría más incluso que fuese un registro poblacional nacional", añade.

Actualmente, el Complexo Hospitalario de Pontevedra participa en ensayos clínicos sobre el cáncer con y sin medicamentos. Es el caso de algún tratamiento nuevo sobre el que se estudia, vía oral, si se puede evitar la recaída en el cáncer de mama.

Recién llegado de EEUU

Manuel Constenla ha estado esta misma semana en Chicago, Estados Unidos, donde participó en el Congreso Americano de Oncología.

"Lo más relevante que se ha presentado es que en muchos tratamientos, menos tratamiento es más. Eso es importante porque quitas toxicidad. Los más mal pensados dirán que es casualidad que precisamente ahora acaban las patentes de esos tratamientos", informa.

"Se ha visto que con los mismos tratamientos tres meses son lo mismo que un año, para el cáncer de mama, por ejemplo. Es muy relevante", puntualiza. "Limitar los tratamientos para cáncer de mama y colorrectal elimina toxicidad, porque son personas curadas. Es una gran ventaja".

Gran Montecelo

El jefe de Oncología del CHOP considera que las demandas para el futuro Gran Montecelo deben centrarse más en la atención al paciente y en los profesionales cualificados que en la consideración de un edificio.

"Soy de los que piensan que es más importante el software que el hardware", matiza. "El que el local sea más bonito o más feo, de pladur o de piedra influye relativamente. Lo importante es lo que se hace dentro".

Sobre la posibilidad de que Pontevedra cuente con su propio servicio de radioterapia, que actualmente se aplica en Vigo, opina que "es difícilmente asumible, sobre todo en un área sanitaria de 300.000 habitantes". "Algún tipo de técnica como medicina nuclear sí es más asumible y menos costosa. Creo que la radioterapia debe ser debatida, porque si al final la que tienes no es la de última generación, casi es mejor no tenerla y que el enfermo vaya a Vigo. Es un debate profesional", concluye.