Celso García, presidente de la Asociación de Donantes y Receptores de Órganos de Vigo, desvincula la reducción en el número de donaciones de la negativa de las familias. "En muchas ocasiones puede deberse a que falleciese menos gente en las condiciones necesarias para donar, o a que hubiese menos personas con posibilidades para hacerlo", recalca.

En este sentido, también recalca que depende del tamaño del área sanitaria: "depende de cada hospital, de la gente que fallece... hay hospitales con menos capacidad".

El presidente de Adrovi destaca que los prejuicios de las familias en Galicia más que de carácter religioso son "de culto al cuerpo". Considera que la información es imprescindible para cambiar esta forma de pensar. "El momento de pedir los órganos es muy difícil. La educación y la información, que no llega como debe a las zonas rurales, son cruciales", subraya.