Utilizar el navegador del coche suele ser muy útil cuando se viaja a una ciudad desconocida, siempre y cuando el programa está debidamente actualizado y alerte de las zonas peatonales. No parece el caso de un turista australiano que a mediodía de hoy acabó con su vehículo "aparcado" en las escalinatas que unen la plaza del Teucro con la rúa Real, en pleno casco viejo de Pontevedra.

Según explica la Policía Local, el conductor conectó el GPS para llegar con su coche alquilado hasta algún punto de la ciudad, pero el programa acabó metiendo al desorientado australiano por el laberinto de callejuelas del centro histórico hasta que las escaleras frenaron su recorrido. Allí, en medio de los escalones, quedó "estacionado" el vehículo mientras el pobre turista pedía ayuda.

No es la primera vez que el GPS provoca casos de este tipo, ya que en anteriores ocasiones llevaron a los conductores a lugares como la plaza de A Ferrería o la calle Enfesta de San Telmo. El pasado mes de noviembre una conductora perdida por el navegador tuvo que ser rescatada por la Guardia Civil en un monte de Porriño.