"Muy optimistas no somos". Así se manifestaba el presidente del comité de empresa de Elnosa, Avelino García, después de la reunión mantenida el lunes en Portugal con el propietario del Grupo CUF, José de Mello, y el delegado para la firma pontevedresa, Antonio Mesquita, en donde el grupo empresarial luso volvió a manifestar su "compromiso de continuar con los planes de invertir en Pontevedra en el cambio de tecnología" y seguir produciendo cloro ajustándose a lo que determinan las leyes europeas.

Pese a que los dueños de Elnosa son tajantes a la hora de mantener su apuesta por continuar en Pontevedra, las dudas que se plantean los trabajadores vienen dadas por la falta de concreción manifestada por los directivos de CUF sobre los pasos a dar para que la clorera siga en Pontevedra, teniendo en cuenta los importantes obstáculos que debe superar.

El primero, para empezar, es obtener una nueva prórroga en la concesión de los terrenos que ocupa en dominio de Costas, previa resolución del expediente de caducidad abierto. Con respecto a esta cuestión, la dirección trasladó a los trabajadores que se "han producido avances y se ha entregado la documentación que requería Costas", pero reconocen que esta cuestión sigue sin solventarse al estar "tardando más de lo previsto"

El segundo obstáculo a superar será la obtención de la Autorización Ambiental Integrada por parte de la Xunta. Ampliada ya este año tres meses más para que Elnosa pudiera optar a una subasta de energía que era inevitable si la planta quería mantener la producción; la dirección aseguró a los trabajadores que esta misma semana iniciará los contactos con la Xunta para presentarles toda la documentación relacionada con este permiso ambiental. En esta solicitud de Autorización Ambiental Integrada, Elnosa detallará todo el proceso que incluye el cambio a la nueva tecnología de celdas de membrana, sustituyendo a la actual de mercurio. También desmenuza todos sus planes para desmantelar las instalaciones y maquinaria antigua. La Xunta ya manifestó en varias ocasiones su posición favorable a que Elnosa pudiera continuar en su actual emplazamiento siempre y cuando acometiese esta modernización y abandonase la tecnología de mercurio.

Lo que no aclaró la empresa a los representantes de la plantilla es cómo piensa maniobrar para lograr mantener su producción una vez superada la fecha límite del 11 de diciembre que marca Europa para la utilización de la tecnología de mercurio. La preocupación de la plantilla es máxima ante la obviedad de que, a siete meses vista, es evidente que el proceso de implantación en la fábrica de la tecnología de membranas no va a llegar a tiempo para esa fecha. Se calcula que la reconversión de la fábrica se prolongará durante unos dos años.

Posible prórroga

La plantilla sigue confiando en que se concedan moratorias a aquellas empresas que garanticen la inversión en la modernización de sus fábricas, aún siendo conocedores de que las principales empresas del sector del cloro en España ya han anunciado que litigarán en los tribunales contra estas prórrogas. Tampoco concretaron como van a solventar la situación urbanística de la fábrica que, con la oposición del Concello de Pontevedra, complica la tramitación de los permisos necesarios para acometer estas obras de reconversión y ni se abordó una posible intervención de la Xunta a través de un plan sectorial de incidencia supramunicipal que permitiría "puentear" el bloqueo del Concello en esta cuestión.

Ante estas indefiniciones, y el reloj corriendo en su contra, la plantilla sigue manteniendo la confianza en la empresa pero parece que cada vez les es más difícil mantener este acto de fe.