Cuatro facultades del campus de Pontevedra participaron ayer con éxito en un simulacro de bomba llevado a cabo por efectivos de la Policía Nacional, Policía Local, Bomberos y 061.

En el marco de la implantación de los planes de autoprotección con los que cuentan las diferentes facultades y escuelas de la Universidad para hacer frente a posibles emergencias, el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales organiza simulacros que permiten poner en práctica las medidas recogidas en el documento y la formación adquirida por los equipos de emergencia de los diferentes centros.

La situación de ayer fue novedosa en el sentido de que hasta ahora ninguno de estos simulacros había afectado conjuntamente a varias facultades y escuelas, como aconteció en Pontevedra, donde una supuesta amenaza de bomba motivó la evacuación de las facultades de Fisioterapia, Ciencias de la Educación y del Deporte y Ciencias Sociales y de la Comunicación, así como de la Escuela de Ingeniería Forestal. Efectivos de la Policía Nacional, Policía Local Bomberos de Pontevedra y 061 participaron en este simulacro, en el que finalmente tuvieron que atender una situación real: la de una alumna que sufrió una indisposición, minutos antes de su inicio.

"Es la primera vez que hacemos un simulacro con varios centros a la vez y la también la primera vez que simulamos una amenaza de bomba", destaca María José Montero, técnica del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de una acción que completaba la implantación de los planes de autoprotección de Ciencias de la Educación y del Deporte y Fisioterapia, al tiempo que servía también para revisar los previamente implantados en CCSS y de la Comunicación y en la EE Forestal, que ya habían desarrollado simulacros de por sí previamente. "Salió todo bastante bien, nos faltaron los equipos externos a causa de esta emergencia real", añade Montero sobre una iniciativa que llevó al alumnado, profesorado y personal de administración de servicios hasta el acceso a la Illa das Esculturas.

Poco después de las 12.30 horas, una llamada del decano de Fisioterapia, Gustavo Rodríguez, a los cuerpos de seguridad informando de esta supuesta amenaza de bomba, ponía inicio a este simulacro, en el que desde la conserjería de esta facultad se procedió a dar aviso a los otros tres centros para que hicieran también sonar sus alarmas de forma continua. En ese momento, entraron en actividad los equipos de intervención, alarma y evacuación y primeros auxilios creados en cada uno de los centros, encargados de evacuar los centros y prestar también asistencia a las cuatro personas supuestamente heridas. Tres de ellas, según Montero, presentaban esguinces y una cuarta, en Fisioterapia, habría sufrido un supuesto infarto.

"Realmente, es una experiencia muy positiva para poder ir puliendo aspectos a mejorar", destaca Gustavo Rodríguez de un simulacro que se inserta en la implantación del plan de autoprotección del centro, y que ayuda, como señala "para ir automatizando lo que hay que hacer en el caso de una emergencia real". No en vano, esta actividad, junto con el simulacro de incendio que el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales organizó el pasado jueves en la Facultad de Bellas Artes, constituyen la puesta en práctica de la formación que el personal de este servicio acercó a los integrantes de los diferentes equipos. Durante dos semanas, se les dio formación general y específica, una iniciativa que se completó con prácticas de extinción de incendios con fuego real, evacuación en condiciones de escasa visibilidad o primeros auxilios.