Los amigos de Ángela Paz recibieron a la activista con una ovación y la piropearon en distintos momentos en el transcurso de una ceremonia que quiso ser un homenaje colectivo: a los premiados por su labor, al jurado por haberlos elegid y a la corporación por respaldar unánimente la decisión del equipo calificador.

Así, una vez finalizada la ceremonia Ángela Paz y Ramón Jáudenes (que también tuvo una cariñosa mención para su compañera de galardón: "al minuto de conocerla, uno se queda prendado de ella. Eres una crack", afirmó) desplegaron un cartel en el que podía verse un corazón.

Fue un signo de agradecimiento a los ediles y también al público. Entre los asistentes figuraron personas con graves dolencias crónicas como la enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa y ostomizadas, agrupadas en la Asociación Sociosanitaria Educativa Inflamatoria Intestinal (ASEII) que preside Ángela Paz.

También ocuparon butacas personas de la vida pública de la ciudad, como la presidenta del Pontevedra C.F. Lupe Murillo, representantes de la Brilat y la Policía o el ex decano del Colegio de Abogados, Eloy Artime.