Los primeros en declarar en la jornada de ayer fueron los agentes de la Guardia Civil que detuvieron a Lusquiños Bustelo en su casa de Soutomaior. Después de acabar con la vida de Concepción Reguera sobre las cuatro de la madrugada del 24 de octubre el pasado año, según el mismo indicó, huyó en el coche que conducía la víctima hacia el monte de O Vilar.

Dejó el coche tras encajonarlo contra dos muros de piedra que le impedían continuar y luego siguió a pie. Atravesó una zona de monte en la que tiró la navaja con la que cometió el crimen y, según su propia declaración, luego cruzó a nado el río para llegar hasta casa de sus padres en Soutomaior. Una apreciación de un policía, que aseguró que el acusado le dijo que había cruzado a nado el río "porque vio que había una gran cantidad de coches de policías por todos los caminos", llamó la atención de la fiscal.

Hasta el domicilio de sus padres se dirigieron los agentes de la Guardia Civil horas después del crimen para buscarlo. Su madre insistió en que mirasen dentro de casa a ver, pero de inmediato la señal de un vecino les permitió percatarse de que estaba huyendo por unas fincas aledañas. Tras una pequeña persecución a pie, un agente confirmó que, cuando casi estaban a su altura, el acusado se detuvo y se sentó a esperarlos. "Qué he hecho", "se me fue la pinza", "dime que no está muerta, dime que está viva", asegura que fue alguna de las frases que, de forma espontánea, Lusquiños dirigió a estos agentes. También les pidió que no le llevasen a la cárcel de A Lama "que ella tiene allí familia y me va a matar", aseguró. "He destrozado a dos familias"; añadió.

Los agentes reconocieron que lo encontraron "nervioso". Luego los agentes de la Guardia Civil lo entregaron a los efectivos de la Policía Nacional (cuerpo que tiene competencias en Pontesampaio) quienes reconocieron que el acusado se mostró "colaborador" a la hora de indicar, por ejemplo, donde estaba el coche, la ropa que se quitó y ocultó y al dar consentimiento para extraer pruebas de ADN y otras diligencias. Lo que no pudo precisar con detalle es dónde tiró el arma.