Las obras de reconstrucción del puente y la urbanización del tramo de calle Ponte Zapal han dejado al descubierto un trozo de la antigua muralla. En todo caso los trabajos continúan y se están llevando a cabo las actuaciones necesarias para poder aplicar las medidas correctoras y conservar, señalizar y ubicar el vestigio que acaba de aparecer con la obra, según informa el gobierno local.

Las catas arqueológicas, el trabajo llevado a cabo hasta el momento en la vía y las soluciones planteadas al respecto "harán posible que se pueda llevar a cabo" el proyecto previsto, con los métodos constructivos propuestos, así como una mejora final que se verá en el resultado final.

Este puente, que "estaba en muy mal estado", como admite el gobierno local, contará tras la reforma con una infraestructura hidráulica adecuada, además de lograr una unión de los espacios afectados más fáciles y accesibles para los peatones y vecinos del entorno, según informa el gobierno municipal de Marín.

Esta obra se integra dentro del plan de mejoras urbanas del ARI e introdujo la mejora de este entorno. Tiene un presupuesto de más de 188.000 euros cuyo objetivo es reconstruir el puente y realizar la urbanización de Ponte Zapal en Marín.

Entorno

El gobierno municipal explica que el entorno del río Lameira se está beneficiando de múltiples cambios urbanos, sobre todo a partir de la construcción del nuevo centro de salud de Marín. Estas modificaciones obligan al Concello a mejorar esta área como zona de esparcimiento pero también de comunicación.

En ese espacio de Ponte Zapal se encuentra un pequeño "pontón" construido con viguetas prefabricadas y bovedillas. Históricamente esa zona -según el Concello de Marín-, era un punto de entrada a la población que presumiblemente se resolvía mediante una zona de vadeo. La calle Ponte Zapal sufre habitualmente inundaciones y existen problemas con el desagüe.

Por este motivo, el Concello ha adjudicado ya las obras de reforma de este entorno. La empresa Ediserpo, S.L. es la encargada de acometer los trabajos cofinanciados por el ministerio de Fomento y por el Plan Concellos de la Diputación de Pontevedra.

La reforma permitirá que el puente aumente su capacidad de descarga hasta períodos de retorno comprendidos entre los 25 y los 50 años.

La red de saneamiento contempla la eliminación de vertidos al colector, generando una descarga en la red de aguas pluviales.

También se prolongará la red de abastecimiento conectándola con el anillo de media presión de la calle Alcalde José del Río, dotándola de una red de válvulas que mejore su funcionamiento.

Como remate de la actuación, el gobierno local tiene previsto mejorar el alumbrado con farolas de primera calidad, así como renovar el pavimento.

Esta obra lleva aparejado un control arqueológico aprobado por Patrimonio de la Xunta de Galicia y que fue contratado a una empresa especializada que realiza dicho control.

Las obras en ejecución tratan de resolver la problemática que en la actualidad presenta la zona de Ponte Zapal, tanto desde el punto de vista funcional como de la urbanización; en donde la capacidad mecánica del puente y de desagüe no se corresponden con las necesidades reales.

A su vez la calidad de la urbanización de la zona desmerece la importancia de la entrada histórica de la población.

La construcción del nuevo centro de salud y las zonas recuperadas del cauce están generando nuevas vías de comunicación y flujo de los vecinos que hasta hace pocos años eran inexistentes.

Por tanto la calle Ponte Zapal resulta inundable para periodos de retorno superiores a la máxima crecida ordinaria, con lo que su solución deberá asumir la de la zona ya que resulta imposible subir la cota del tablero debido la cota existentes de las viviendas de la zona. Con el fin de evitar aumentar el canto del puente, la propia capa de compresión del puente será de hormigón impreso, con una geometría semejante a la que se dispondrá en la calle.