El cuerpo sin vida del octogenario desaparecido en Viascón el pasado jueves, Manuel Calvo Garrido, fue rescatado ayer en helicóptero por efectivos de la Guardia Civil de una zona de muy difícil acceso del paraje que los lugareños conocen como Chan do Camiño, cerca del lugar de A Atalaia -en el municipio de Cerdedo-Cotobade- donde había sido visto por última vez.

Para recuperar sus restos mortales, la Guardia Civil movilizó a los especialistas del Grupo de Montaña con base en A Pobra de Trives. Pasadas las 15.00 horas, el cadáver del fallecido era trasladado en helicóptero hasta el campo de fútbol de Viascón, donde le aguardaban el equipo forense y el juez de guardia para efectuar la oportuna inspección antes de quedar a disposición de la funeraria judicial, a la espera de que hoy a las 10.00 horas se le practique la autopsia en el Hospital Provincial de Pontevedra.

Pero, previamente a ese traslado, el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil ya había recabado los datos oportunos para efectuar un informe acerca de cómo se encontraba el cuerpo cuando fue localizado, en torno a las 12.45 horas de ayer, por efectivos del instituto armado buenos conocedores de la provincia cuando sobrevolaban Viascón a bordo del helicóptero de la Guardia Civil con base en A Coruña que había sido movilizado para efectuar un exhaustivo barrido de las zonas por las que se creía que podría encontrarse el anciano desaparecido el jueves.

Nada más localizarlo, los agentes comunicaban el hallazgo y se variaba así el plan de trabajo del propio instituto armado (desplazándose hasta el punto incluso el comandante) y de los efectivos de Protección Civil -cuyo presidente y jefe operativo, el edil José Luis Crujeiras y Juan Carlos Álvarez- se desplazaban hasta el punto y, con enorme dificultad, lograban abrirse paso entre la maleza para acceder a la inaccesible zona donde había sido localizado el cadáver del anciano desaparecido.

Este yacía acurrucado en el claro de una terreno sita a 4 o 5 fincas de distancia de la de su propiedad que se supone que habría ido a ver el día de su desaparición. Se había protegido la cabeza con el jersey y presentaba múltiples arañazos a priori debidos a la densa maleza circundante que habría tenido que atravesar para llegar al punto en el que fue localizado. Se baraja la posibilidad de que llegase a ese punto y no lograse salir, lo que resulta comprensible, habida cuenta de que sufría alzhéimer y dificultades de respiración y movilidad propias de sus 83 años pero también al constatar las enormes dificultades que afrontaron ayer los efectivos de emergencia para llegar a pie hasta la zona. De hecho, fue preciso pedir consejo vecinal y recurrir a estrechos caminos ya cerrados por la maleza para acceder a ese ámbito. A priori, y a la espera del resultado de la autopsia, todo parece indicar que desde el punto de vista policial el asunto queda resuelto con su hallazgo de ayer ya que no existe ningún indicio criminal.

La familia del desaparecido aguardó la resolución del rescate del anciano en una carretera de A Atalaia -al borde de la N-541 que une Pontevedra y Ourense- primero y luego en la Casa do Pobo de Viascón, donde se les proporcionó información acerca de la autopsia y los horarios de la misma. El hallazgo del cadáver del octogenario causó profunda consternación entre los vecinos que, junto con Protección Civil de Cerdedo-Cotobade y la Guardia Civil llevaban buscándole sin descanso desde primera hora del viernes. Cabe recordar que el dispositivo de búsqueda de este antiguo pescador y cazador -que conocía muy bien la zona pero desapareció el pasado jueves sin dejar rastro- se centró primero en el entorno de su casa en Viascón y en las tres rutas por las que solía pasear -en A Atalaia, hacia el iglesario y el campo de fútbol y en dirección a Parada de Cotobade respectivamente- ampliándose posteriormente al entorno de la carretera N-541 e incluso a Pedre, Campo Lameiro, Pontevedra y Forcarei, concretamente a las parroquias de Forcarei y Aciveiro donde el desaparecido tenía familiares. Protección Civil de Cerdedo-Cotobade y Seprona peinaron la ribera fluvial del Lérez y, para ayer, la Benemérita no solo había movilizado al helicóptero sino también al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) bajo la pretensión de buscar al desaparecido también en el Lérez. Su hallazgo puso un triste punto final a tan intenso operativo de búsqueda.