La PO-308 que une Poio con Sanxenxo sufrió ayer retenciones durante todo el día entre Andurique y Porteliña, con motivo de las obras de mejora del trazado. Desde las 9 horas, la empresa encargada de llevar a cabo la mejora comenzó a trabajar en el asfaltado de la zona, lo que provocó retenciones de vehículos al quedarse el vial con una única dirección de paso.

La Xunta de Galicia, institución que cuenta con la titularidad de la PO-308, no notificó al Concello de Poio el comienzo de las obras, por lo que el Consistorio no pudo avisar a los vecinos con suficiente antelación. De este modo, muchos de ellos se encontraron con la sopresa de unas obras que ralentizaron el tráfico durante los metros en los que actuaron en el día de ayer.

Al mediodía, en hora punta, la retención alcanzó los dos kilómetros de largo, al ubicarse entre la rotonda del Puente de A Barca y el restaurante Casa Solla. Ante esta situación, y teniendo en cuenta que no se habilitó ningún desvío, muchos conductores apostaron por avanzar por la pista de la Calle Valiña, lo que provocó atascos también en esa zona, en la que se ubica el CEIP de Viñas.

La empresa adjudicataria de los trabajos de mejora pidió el pasado martes al Concello algunas vallas para prohibir el aparcamiento en determinados lugares y en la mañana de ayer notificó al Consistorio el comienzo del asfaltado.

El alcalde de la localidad, Luciano Sobral, destacó que las obras se iban a alargar "al menos hasta el viernes" en el término municipal de Poio porque "está previsto que se mejore el trazado al menos hasta la parroquia de Raxó. Si las obras no finalizan ese día, continuarán el próximo lunes, ya que durante los sábados y domingos no se pueden ejercer cortes de tráfico por ese motivo. Además, el regidor informó que las obras se deben llevar a cabo durante el día porque así lo autorizó la Xunta, ya que por la noche "las labores de asfaltado son mucho más complicadas".

La VG-4.8 como solución

Ante esta situación, Sobral no ve otra solución que "tener paciencia" y confiar en que el proceso de mejora finalice cuanto antes, ya que "es una zona con complicaciones para el desvío de vehículos". Pese a ello, el alcalde de Poio sí recomendó que los conductores que tomen la vía en dirección a Pontevedra sí optasen por desviarse por la VG-4.8 que comienza en la rotonda del restaurante O Remo, avanza por detrás el Monasterio y sale a la carretera de Vilagarcía, ya que "se evitan muchos problemas y así se descongestionaría un poco el tráfico".

Por tanto, por el momento, a los vecinos de Poio y alrededores, no les quedará otra que esperar.