La Virgen de los Milagros de Amil mueve todos los años cientos de fieles que desean acudir al santuario de los Milagros y renovar la multitudinaria devoción a la virgen de esta parroquia de Moraña, esta celebración religiosa atrae a practicantes de toda Galicia.

Caminatas diurnas y nocturnas, decenas de kilómetros, colas de más de dos horas, empujones... todo por tocar la imagen de la Virgen de los Milagros, la santa que congrega a miles de devotos que le quieren agradecer el haber superado alguna grave enfermedad o que se haya recuperado un ser querido al que ofrecieron o simplemente pedir su ayuda para afrontar situaciones complicadas o la pérdida de alguien especial.

Por megafonía se informa constantemente sobre los tiempos de espera y sobre los actos que se realizan, siempre se suele seguir un cierto orden.

Los fieles pueden asistir a la misa desde el altar de campaña situado al lado de la capilla, para que los devotos puedan entrar y tocar el relieve de la Virgen de los milagros, que data de 1778, o hacer sus ofrendas a la imagen que pasadas la una del mediodía sale en procesión, cubierta de billetes donados por sus seguidores.

Los Milagros de Amil une el festejo con la vertiente religiosa y el negocio, ya que decenas de puestos rodean el santuario vendiendo velas, figuras, comida e incluso bolsos de imitación o la habilitación de zonas de aparcamientos en fincas de particulares, en este último caso la oferta se ha sofisticado con la incorporación de baños y hasta duchas.

Actos previos a la celebración

Los actos previos a la celebración comenzaron el viernes con el novenario en honor a nuestra Señora de los Milagros, mientras que el domingo se celebró la Fiesta de la Baixada da Santa.

El viernes 9 tendrán lugar los oficios del novenario y por la noche se celebrará una verbena, y así durarán hasta el domingo 11.