De los más de dos millones de toneladas movidas el pasado año, casi la mitad, 939.000, corresponde a los cereales y los piensos, productos que no solo generan este elevada actividad, sino que también suponen el grueso del transporte por ferrocarril. Además, se trata de mercancías que no dejan de crecer con respecto a años anteriores. En 2014 fueron 767.000 toneladas, 222.000 menos que en 2015.

En cambio, la pasta de papel, que se mantiene como el segundo producto más transportado, con 403.000 toneladas, apenas muestra variación a lo largo de los años. Se trata de la misma cifra que en 2011 o 2013 y solo ligeramente por encima de las 394.000 toneladas de 2021 o 2014. Tampoco mejora el tráfico de madera, que hace cinco años rozaba las 40 toneladas y ahora apenas llega a siete. Sí ha crecido desde entonces el movimiento de productos siderúrgicos, al sumar 252.000 toneladas, casi igual que en 2014 pero muy por encima de las 113.000 de hace un lustro. Lo mismo ocurre con la fruta, que ya duplica las cifras de 2011, mientras que la pesca, tanto fresca como congelada, muestra una tendencia a la baja.