La alta mortandad de la almeja babosa por el Perkinsus marcaba el "desastroso" inicio de la campaña para los mariscadores de a flote de las cofradías de San Telmo, Raxó y Lourizán. El estado de la ría redujo de forma drástica el número de embarcaciones que están realizando trabajos en la ría, pasando de una flota de 80 barcos a unos 20, al menos en la campaña en la que estuvo abierto el marisqueo.
Por ello, las cofradías pedirán a la Xunta que declaren a la ría como "zona improductiva". Se trata de un reconocimiento indispensable para que los mariscadores de a flote puedan acogerse al cese temporal, lo que permitirá disponer del paro aun a pesar de que la toxina abandone la ría y permita de nuevo la extracción en los pósitos.
"Los barcos estuvieron saliendo pero en muchos casos volvieron con 4 kilos cuando lo normal era que en una tarde trajesen 40", lamentaba el presidente de la rula de Campelo y patrón mayor de la cofradía de Raxó, Iago Tomé, que apuntaba que lo ganado "no daba para cubrir la gasolina y seguros". "Se estaba trabajando, pero no se ganaba nada", señaló. Los propios mariscadores llegaron a coordinar las subastas con las almejas de los de a pie para lograr precios competitivos.
Las cofradías que llevan tratando de desbloquear este cese laboral con el Instituto Social de la Marina en los últimos meses, recuerdan que solo pueden acogerse a las ayudas mientras duren los periodos de toxina, dando lugar a situaciones "paradójicas" en la que "los de a flote prefieren que continúe la ría cerrada por lipofílicas pero es una situación perjudicial para los de a pie", afirma Tomé.
Desde la rula de Raxó también lamentan la denegación a muchas embarcaciones por parte de la Xunta a realizar otros despachos, especialmente ahora mientras está abierto la temporada de choco, para dar alternativas al sector de a flote.
