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Un amplio patrimonio municipal inoperativo

El Concello posee más de una decena de terrenos urbanos edificables pendientes de uso o en venta

Se trata de parcelas en Valdecorvos, Tafisa o A Parda, entre otras ubicaciones, cedidas obligatoriamente en su día por los promotores -El gobierno local no recibe ofertas para su compra y busca aprovechamientos alternativos

Terrenos de la antigua fábrica de Tafisa, donde no se ha levantado edificio alguno. // G. Santos

Una parcela reservada para un colegio convertida en aparcamiento provisional; un solar destinado a un hotel que se quiere convertir en un estacionamiento de autocaravanas; un garaje que permanece abandonado desde 1999 sin uso alguno; y diversos solares edificables en los que fracasaron los intentos de venta o aprovechamiento. El Concello acumula un importante patrimonio de terrenos edificables en todo el casco urbano en los que lo único que crece es la vegetación o que sirvan para aparcar coches. Es el resultado de las numerosas cesiones obligatorias de suelo que en la época de bonanza realizaron las empresas promotoras de viviendas al Concello y que ahora, en plena crisis del sector inmobiliario, están sin uso, sin comprador y sin destino claro.

El caso más llamativo es la parcela de 3.200 metros cuadrados de titularidad municipal en los terrenos de la antigua Tafisa, un solar reservado para uso hotelero que está a la venta desde hace años por unos dos millones de euros pero que no encuentra compradores. Por ello, el gobierno local ha decidido darle un uso alternativo, aunque provisional, como aparcamiento para autocaravanas, lo que obliga a ejecutar unas obras de acondicionamiento. El PSOE ya ha cuestionado esta ubicación y propone que este servicio se preste en Valdecorvos, otro de los polígonos residenciales donde existen parcelas municipales sin uso alguno.

En 2010 se firmó el convenio por el que el concello asumía en este polígono la propiedad de 3.220 metros cuadrados edificables, unos 12.000 metros más de equipamiento (reservados en buena parte para un colegio) y 80.000 metros cuadrados de zonas verdes y sistemas viarios. Al margen de la propia urbanización, esos solares están totalmente vacíos. En la parcela edificable se planteó la posibilidad de levantar viviendas públicas, pero con el edificio de 132 pisos ya ejecutado en el barrio por la Xunta no hay previsión de nuevos proyectos.

El otro solar, destinado a un colegio, quedó sin ese uso ya que la Consellería de Educación niega su necesidad ante el descenso de natalidad. Es ahí donde el PSOE plantea establecer el aparcamientos de caravanas en lugar de en Tafisa, espacio donde el Concello también posee, además del terreno de usos hoteleros, otro de casi 6.000 metros cuadrados para levantar, de nuevo, viviendas protegidas. Sin embargo, el frenazo global de la construcción y, en especial de esa urbanización a orillas del Lérez, ha truncado cualquier plan inmobiliario.

Lo mismo ocurre con el polígono residencial entre las calles Doce de Novembro y Eduardo Pondal, sin uso desde hace años y donde el Concello cedió a la ONCE un solar de más de 5.000 metros cuadrados para su nuevo Centro de Recursos Educativos, que no ha pasado del papel. En esa misma zona existen dos parcelas edificables municipales que no han encontrado nunca comprador. De hecho, las últimas subastas de suelo del Concello que lograron colocarse en el mercado fueron hace más de cinco años, en A Parda y O Gorgullón. Se vendieron después de varios intentos y con negociaciones previas con los compradores.

Sótano de A Parda

A estos terrenos se une el sótano de los Mirabeles, adquirido por 600.000 euros en 1999, justo antes de la llegada del BNG a la Alcaldía, y que desde entonces está abandonado. La idea era abrir un garaje público, pero nunca llegó a materializarse y los intentos de venta tampoco fructificaron. En su caso no hay alternativa de aprovechamiento, algo que sí se hizo con otros solares públicos que se reservaron en su día para centros educativos. En dos de estos casos se apostó por crear pequeños aparcamientos disuasorios, en A Parda, frente al Conservatorio, y en el entorno del instituto Torrente Ballester, en la avenida de Vigo. Ambos solares fueron asfaltados y acondicionados para un uso que no estaba previsto pero que ahora parece incluso más útil, dada la escasez de plazas para estacionar en ambas zonas.

En otros casos, como un pequeño solar en Campo do Boi, se han barajado diversas alternativas como edificar viviendas para universitarios o un vivero de empresas, que nunca llegaron a buen puerto. La cesión obligatoria de estas parcelas a favor del Concello ha supuesto, en el fondo, un quebradero de cabeza, ya que con anterioridad esas cesiones se materializaban en dinero, pero un cambio legal obligó a entregar terrenos, con lo que el Concello no solo dejaba de ingresar directamente esos fondos, sino que se hacía con un patrimonio inmobiliario difícilmente aprovechable.

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