El editor, periodista y escritor pontevedrés Sabino Torres, fallecido el pasado lunes, se convertirá en las próximas semanas en el cuarto Hijo Predilecto de Pontevedra en los últimos 70 años. El Concello decide así honrar la memoria del intelectual, promotor de la primera colección de poesía en gallego. La concejala de Ciudadanos, María Rey, fue la que planteó este reconocimiento a título póstumo en la junta de portavoces de ayer y el próximo lunes el pleno municipal acordará el inicio del proceso para la concesión de un marchamo que solo poseen Francisco Javier Sánchez Cantón, que fue director del Museo del Prado y recibió el título de Hijo Predilecto en 1949, el exministro Pío Cabanillas Gallas, galardonado en 1967, y el que fuera alcalde y director del Museo, entre otros cargos, José Filgueira Valverde, distinguido en abril de 1996, cinco meses antes de su fallecimiento. Curiosamente, estos tres pontevedreses recibieron su título en vida, mientras que el nombramiento de Torres se produce tras su fallecimiento, el pasado lunes en su domicilio madrileño a los 91 años,.

En su propuesta, asumida ayer por los demás grupos, Rey recuerda que Sabino Torres fue el "decano de los editores gallegos" y aunque "tuvo que dejar su tierra por motivos profesionales, en ningún momento perdió el amor por nuestra ciudad, a la que hacía referencia siempre". Por su parte, el portavoz municipal, Raimundo González Carballo, destacó su "defensa de la cultura gallega y de la ciudad de Pontevedra".

Nacido en la ciudad del Lérez en junio de 1924, Torres Ferrer era el decano de los editores gallegos y destacó en el mundo de las letras por ser el creador de la primera colección de poesía gallega de la posguerra, la Benito Soto, que llevaba el nombre del popular pirata de la ciudad del Lérez. La colección se puso en marcha en el año 1949 con la colaboración de Manuel Cuña Novás y Emilio Álvarez Negreira y contó con Celso Emilio Ferreiro como director. Aunque se trasladó a vivir a Madrid hace cuatro décadas, Sabino Torres se mantuvo muy vinculado a su ciudad natal, a la que regresaba siempre que podía y en la que todavía tenía familia.

Los restos mortales de Sabino Torres fueron incinerados el pasado martes en Madrid en un acto íntimo y la familia tiene previsto llevar a cabo en los próximos días una ceremonia religiosa en su ciudad natal. A falta de confirmación definitiva, se baraja el 10 de junio en la basílica de Santa María.