La Comunidad de Montes de San Martiño de Vilaboa y la Consellería de Medio Ambiente supervisaron estos pasados días el estado en el que se encuentra la zona del parque de Castiñeiras y la casa-refugio situada en el margen del Lago, una vez que ambas parte firmaron un convenio por el cual la consellería se compromete a adecentar y conservar este lugar como área de uso público.

Este reconocimiento de la zona se debe a las recientes quejas de los comuneros de Vilaboa sobre el mal estado que presentaba este parque, hasta no hace mucho muy visitado por vecinos y turistas y ahora prácticamente e incomprensiblemente abandonado.

A esta visita de reconocimiento acudieron por parte de la Comunidad de Montes de San Martiño, Susana Torres Bravo y por parte de la Consellería de Medio Ambiente, la jefa de Área de Biodiversidade, detectándose numerosas deficiencias. Entre ellas destacan la existencia de varios abedules dañados y secos en el entorno del lago, que es preciso cortar especialmente por el riesgo que supone su caída para la integridad física de los visitantes del parque. También se detecta la necesidad de reparar las balaustradas en el perímetro del monte objeto del convenio y también reparar o sustituir las entradas al lugar que también están dañadas.

Asimismo, urge la reparación y acondicionamiento de los baños públicos que están en pésimo estado; así como la limpieza y poda de los árboles del monte, y la limpieza de la "Mamoa do Rei" que está llena de matorral.

Carteles indicativos

A destacar la necesidad de señalizar la zona del Lago con carteles indicativos de la localización de las Mámoas, baños públicos, quioscos y demás puntos de interés.

La responsables de la Xunta y los comuneros también coinciden en urgir la reparación de las casetas de madera que albergan los contenedores de basura, así como la reparación de las fugas de agua del muro de contención del propio lago.

Los comuneros tanto de Vilaboa como de Marín vienen demandando desde hace años medidas para mejorar el Lago de Castiñeiras, en otro tiempo, uno de los principales lugares de visita en la época estival. Una de las causas por las que sufre este abandono es que la gente dejó de acudir a este bello paraje tras la decisión del gobierno de Zapatero de prohibir asar en todas los espacios de este tipo a raíz del incendio ocurrido por aquel entonces en Guadalajara.

Los comuneros de Vilaboa vienen tomando la iniciativa en la mejora del parque de Cotorredondo y plantearon en su día convertirlo en Parque de Naturaleza en negociación con la Xunta de Galicia sin que por el momento sea una realidad.