Muchos de los centros escolares de Pontevedra que ayer realizaron las pruebas de evaluación final para los alumnos de sexto calificaron el día "como una jornada de clase más con exámenes".

"Los niños no están nerviosos porque saben que es algo orientativo y que no tiene validez académica. Ellos mismos nos han dicho que los exámenes son de un nivel fácil, e incluso, en algunos casos, les ha sobrado tiempo", aseguró el director del CEIP Barcelos, Ángel Luis Rodríguez.

En este centro, según el director, se presentaron 30 de 44 alumnos. Las semanas previas el profesorado realizó pruebas con los estudiantes con modelos de exámenes.

Aunque la opinión varía según el centro escolar. En el caso del CEIP Álvarez Limeses, los maestros detectaron que "las pruebas no se ajustaron a los tiempos. Son muy largas y los enunciados no siempre son claros", indica Martín Ríos, profesor de Música.

"Yo vi a los alumnos tranquilos. La jornada transcurrió con normalidad", dice, por su parte, el director de A Xunqueira I, Julio Martínez.

Pese a la normalidad generalizada, también tuvieron lugar protestas por parte de los padres, que la que protagonizaron los del Anpa O Miradoiro ante el CEIP Marcos da Portela de Monteporreiro ante las puertas del centro, donde de 52 alumnos solo se examinaron seis.