El meollo de la cuestión está en vislumbrar si los industriales feriantes, como gustan llamarse, llegarán a materializar la amenaza lanzada por su representante, José Joaquín Rubio, de no concurrir con sus atracciones, carruseles y tómbolas a las Fiestas de la Peregrina-2016, en señal de protesta por las elevadas tasas y otras condiciones de la normativa fijada por el Ayuntamiento de Pontevedra.
Las cosas han cambiado mucho de antaño a hoy en este asunto, pero el reparto de los puestos en la Alameda siempre ha conllevado por razones diversas una singular tensión, no exenta de conflictividad y disputa.
Hace medio siglo largo, la subasta se realizaba sobre el terreno y era todo un espectáculo ver cuando algún gallito del sector se enzarzaba con otro en la puja más alta por conseguir un determinado lugar. Alguna vez hubo más que palabras y allí se armó la de San Quintín. Ahora el sistema de adjudicación resulta más fino, a través de una subasta al alza por propuesta escrita. En definitiva, quien ofrece más a partir de un mínimo fijado para cada tipo de atracción, se lleva el gato al agua.
Sin embargo, los tiempos que corren son los que son y ningún feriante acaba rico cuando finaliza su temporada estival. Por ese motivo ha surgido otra modalidad de desencuentro entre el gremio y el Ayuntamiento a cuenta de las condiciones de la convocatoria.
Una rebaja en el canon del 25%, facilidades de pago y el reconocimiento de la antigüedad a la hora de elegir el lugar de ubicación, figuran entre las demandas de los feriantes; amén de una entrevista con la teniente de alcalde, Carmen da Silva, por cierto nada amiga de dar su brazo a torcer. El plazo para formalizar las ofertas acaba a principios de mayo y las espadas están en alto.
Poco se sabe sobre el grado de representatividad que José Joaquín Rubio tiene entre el gremio implicado y, por tanto, se ignora cuantos de ellos estarían realmente dispuestos a cumplir sus amenazas y dejar a las Fiestas de la Peregrina-2016 compuestas y sin tiovivos ni tómbolas. ¡Una buena se armaría si los industriales feriantes cumplieran sus amenazas!
