Tras el plácido estreno el pasado martes del nuevo modelo de tráfico elegido por el gobierno local para la plaza de Barcelos, ayer se vivieron los primeros atascos en la zona. Sobre la una de la tarde se formaron importantes ringleras de coches que intentaban salir de la plaza en dirección a la calle Rouco y Cobián Roffignac.

Desde la Policía Local se señaló que se trataron de retenciones puntuales que achacan principalmente a que la mañana de ayer, antes del inicio del periodo festivo de la Semana Santa, es una de las que acumula en mayor volumen de tráfico en la ciudad, de ahí que el tráfico fuese más lento en las horas punta. Además, indicaron que un problema con un camión en la calle Padre Amoedo, en la que desemboca Cobián Roffignac, contribuyó a que se formaran estos atascos en la zona de la calle Rouco y Barcelos. Poco después del tráfico se normalizó en la zona.

Desde la Policía Local ya se advirtió que los conductores suelen tardar una media de entre dos y tres semanas en adaptarse a cambios drásticos en el tráfico como ha ocurrido en la zona de Barcelos.

Mientras tanto, los operarios de Covsa, empresa adjudicataria de las obras, daban ayer los últimos retoques a la pavimentación de la nueva zona peatonal que se habilita en la plaza, en el lateral del colegio de Barcelos y el vial adyacente al muro del convento de Santa Clara. Con esta pavimentación se completa esta primera fase de la reforma de la plaza que se completará en el futuro con la ampliación del actual parque infantil y la dotación de pistas para la práctica deportiva que servirá también como patio para las actividades del centro escolar.

También más adelante se llevará a cabo una reforma de la calle Rouco y del resto de la plaza de Barcelos.

El tráfico quedará ordenado tal cual lo está en la actualidad. La prueba de fuego para el nuevo modelo de circulación llegará el martes cuando se reanuden las clases en los centros educativos de la ciudad y el volumen de tráfico vuelva a sus niveles habituales.