La Diputación apuesta por complementar su plan de compostaje en toda la provincia con los "avicomposteros", destinados a convertir un gallinero en un centro de gestión de residuos orgánicos. El vicepresidente César Mosquera aseguró que "ya hay municipios que se interesaron por la iniciativa y solicitaron un "compogallinero"" y la intención es que incluso la ciudad de Pontevedra pueda albergar uno o dos vinculados con huertas urbanas o parques públicos.

"El avicompostaje no resuelve los problemas de la basura, pero sí puede tratar una parte de los residuos mediante un procedimiento sumamente interesante", explicó Mosquera. La explicación del procedimiento y características del compostaje hecho con gallinas la hizo el profesor de la Universidad Pública de Pamplona (Navarra) Natxo Irigoien, que señaló que un avicompostero consta de un gallinero con una parte abierta para tener las gallinas sueltas y otra cerrada en la que hay tres módulos de compostaje.

El primero es en el que se deposita la basura orgánica de los vecinos y se mezcla con el estructurante y en el que las gallinas ejercen de agitadoras, volteadoras y oxigenadoras de forma natural. El segundo módulo compostador es al que se debe transferir el producto una vez que el primero esté lleno, con la finalidad de que continúe el proceso. En el tercero módulo el material es tratado con lombrices, promoviendo la colonización de la mezcla de los residuos y el estructurante ya madurado para su última transformación. Esto también es beneficioso para el alimento de las gallinas, que comen los gusanos.