El Consello de la Xunta autorizó ayer los acuerdos para poner en marcha el Área de Rehabilitación Integrada (ARI) del casco viejo de Pontevedra, así como de otros 37 municipios gallegos, entre ellos los de Marín y Poio. El acuerdo de ayer da luz verde a la firma de los convenios entre el Ministerio de Fomento, los ayuntamientos y la Xunta, si bien esta última administración no aporta fondo alguno al proceso.

Pontevedra recibirá del Estado 750.000 euros, 302.000 de ellos este año y 448.000 en 2106, si bien la ejecución de las obras para rehabilitar viviendas queda reducida aun año, el próximo, ya que desde la firma del convenio aún habrá que convocar las ayudas y cumplir otros trámites.

El acuerdo de ayer también detalla que Marín recibirá 334.313 euros (200.000 de ellos el próximo año) y para Poio se destinan 38.220 euros en 2015 y 56.000 en 2016.

El centro histórico fue declarado ARI en octubre de 2012, pero no se hará una realidad hasta cuatro años después y con un recorte notable de fondos sobre las previsiones iniciales, que calculaban una inversión de unos seis millones de euros entre las aportaciones de Fomento, del Concello y de los propietarios. Esos fondos se destinarán en su mayor parte a subvencionar los proyectos de mejora que impulsen los propietarios de los inmuebles. El recorte de fondos para este tipo de actuaciones por parte del Ministerio de Fomento y la retirada de la Xunta de la financiación ha provocado una notable caída en las previsiones iniciales y los 48 edificios en los que se pretendía actuar hasta finales de 2016 se quedarán en 27, con unas 100 viviendas implicadas.

Finalmente el Estado aporta unos 750.000, el Concello algo más de 320.000 y los propietarios tendrán que destinar algo más de un millón de euros. De esos fondos, unos 228.000 euros se destinarán a actuaciones públicas.