El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, e Isidro Fainé, presidente de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (Cede) hicieron entrega ayer en el Museo de Arte Contemporáneo de Gas Natural Fenosa de A Coruña de los premios Directivo Global, uno de los cuales recayó en el pontevedrés Francisco Barbeito, un innovador que a finales de los años 50 inauguró la industria del vidrio Cristal Pontevedresa (actual Pontevedresa Group) y que atiende telefónicamente a FARO unas horas antes de recibir el galardón.
-¿Cómo inició su carrera?
-¡Huy! hace muchos años, muchos años.
-¿Eran los sesenta, setenta...?
-Empecé probando, probando, en un local muy pequeñito en el año 1958, puede ser, era un taller muy pequeño, probando, después cogimos un local un poco mayor y así seguimos. El negocio tiene muchas escaleras, empezamos modestamente y seguimos, es muy largo de contar (sonríe)... Ahora mi hijo es el que lleva el peso de la fábrica.
-¿Cómo era su empresa cuando usted empezó?
-Era yo solo, solo yo.
-¿Y cuántos trabajadores son actualmente en la empresa?
-Somos 52 o 54 más o menos.
-¿Dónde está la sede de su empresa?
-Actualmente en A Reigosa, en el municipio de Pontecaldelas.
-¿Cómo valora este premio Directivo Global?
-Estoy muy agradecido, claro, como es natural, lo que pasa es que no se si lo merezco (risas).
-No siempre uno logra el reconocimiento de sus compañeros de profesión, imagino que lo verá como un doble orgullo.
-Pues si que es un orgullo que te premien precisamente ellos.
-¿Se decantó por el vidrio por tradición familiar?
-No, fue por afición personal, me gustaba el vidrio por muchas cosas, era una gran curiosidad que yo sentía por él.
-¿El del vidrio era un negocio explotado?
-Fue muy explotado pero la construcción era la que había, no había gran edificación ni nada de lo que hay hoy, el mundo ha variado mucho.
-Destaca la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos que usted se preocupó especialmente de la innovación
-Si, cuando una ve persona que hay un mercado y que en cierto modo está atendido a medias en la zona y existe esa necesidad uno trata de adaptarse y atender esa necesidad.
-¿Qué se siente usted: ejecutivo, empresario, comerciante...? ¿Cómo le gustaría que lo definan?
-(risas) No le sabría decir, yo tengo una satisfacción bastante grande por haber llegado a donde llegué y ser honrado, tener esa honradez y la posibilidad de decirlo: que en toda mi carrera empresarial no he devuelto ni una letra ni he debido un duro.
-Es un orgullo en estos tiempos
-Si claro, poder decir que siempre uno ha vivido de su trabajo.