En pleno debate sobre la proliferación de "lombos" en la ciudad, a raíz de la pretensión municipal de instalarlos en Montecelo, el gobierno local pondrá en marcha desde el día 28 una campaña de control de la velocidad en las calles que corresponden a la Policía Local al detectar "excesos" en el tráfico pese a esos pasos de peatones elevados. La campaña, que se prolongará durante dos semanas, hasta el 12 de octubre, fue presentada ayer por la concejala de Seguridade, Carme Da Silva, y el intendente de la Policía, Daniel Macenlle. Ambos insisten en que los "lombos son eficaces para reducir la velocidad", pero se alerta de una "relajación" entre los conductores, que suelen superar casi de forma constante los 30 kilómetros por hora establecidos como límite en todo el casco urbano desde el verano de 2010, hace cinco años.

Aunque muchos de esos "excesos", que en algunos casos llegan a superar los 70 e incluso los 100 kilómetros por hora, se registran en viales sin "lombos", en especial en el tramo de la avenida de Compostela con dos carriles por sentido, también se han detectado en calles adaptadas a la Zona 30, como la avenida de Buenos Aires camino de Monte Porreiro, donde los coches elevan notablemente la velocidad en los tramos "entre lombos, por donde no hay peatones, pero sí ciclistas y otros usuarios que pueden ser víctimas de un accidente".

Da Silva insistió en que "la campaña no tiene el objetivo de multar, sino de salvar vidas" y mantener el récord de "cero muertos por accidente" en el casco urbano de los últimos años. Por eso, aunque en toda la ciudad no se pueden superar los 30 kilómetros por hora, no se prevén sanciones para aquellos que rebasen ligeramente ese límite "pero sí para los que pasen de 50 por hora", subrayó la concejala.

La campaña se realizará con radares móviles cedidos por la Dirección General de Tráfico y recuperan unos controles que no se realizaban en la ciudad desde hacía años. Aunque se insiste en que se actuará en toda la ciudad, hay determinadas "zonas sensibles" donde los excesos son más habituales. Este fenómeno se detectó después de instalar aparatos de medición de la velocidad en determinadas calles y los resultados causaron "alarma" en la Policía Local. Punto como la citada avenida de Compostela, Rafael Areses, Médico Ballina, As Corbaceiras, la subida a Montecelo, Buenos Aires o Rosalía de Castro son algunos de los tramos conflictivos. Pero la vigilancia no solo se aplicará en el casco urbano, sino también en el rural, si bien en este caso se precisa de la colaboración de la Guardia Civil de Tráfico, competente en esas vías al quedar fuera del ámbito de la Policía Local. Campañó, Marcón o Salcedo, en especial en los denominados "puntos de centralidad parroquial" son otros lugares de especial vigilancia.

La puesta en marcha de esta campaña coincide con la polémica surgida a raíz del proyecto de instalar "lombos" frente al hospital Montecelo, que rechazan vecinos de la zona, empresas de ambulancias e incluso la gerencia del CHOP. Precisamente este punto fue uno de los citados ayer por Daniel Macenlle para poner un ejemplo de la "relajación" por parte de los conductores y los excesos de velocidad. Para justificar la necesidad de esos elementos en Montecelo, el jefe de la Policía Local destacó que en diez días se detectaron 160 coches que circulaban a las de 70 kilómetros por hora.