El Concello de Pontevedra ha decidido romper toda relación comercial con FARO, el diario hegemónico absoluto en la provincia y referente en la ciudad, como represalia por la línea informativa del periódico, según han reconocido personalmente a este diario. El alcalde Miguel Ángel Fernández Lores, por boca de su jefe de gabinete, Antón Prieto, concretó a responsables del periódico que el malestar respondía a la información publicada el pasado sábado 27 de septiembre en la cual se informaba de la ausencia del regidor pontevedrés en un Consejo de Administración del Puerto por acudir a unas jornadas de la Dirección General de Tráfico en Torrevieja, así como a un editorial editorialdel domingo siguiente dedicado a la situación de la ciudad.

En la citada reunión portuaria se iba a analizar una sentencia de enorme relevancia, pues declara ilegales unos rellenos del puerto y obliga a levantar varias naves industriales, amenazando los puestos de trabajo de un centenar de personas y la actividad de negocios con facturaciones millonarias, vitales para la ciudad. El propio alcalde Fernández Lores había enviado previamente una carta a la Autoridad Portuaria urgiéndole para que se buscase una ubicación alternativa tras conocerse las sentencia que ordenaban el levantamiento de los terrenos. El mismo domingo, FARO recogía ya las críticas de la oposición popular, que por medio de su portavoz, Jacobo Moreira, advertía de que se trataba de una reunión en la que se iba a abordar una cuestión que podía provocar "la ruina" del puerto y criticaba la ausencia del alcalde.

El editorial señalado también como causante de las represalias se titula "Pontevedra, sin rumbo para paliar su pérdida de salarios", y en él se hacía una exposición del momento económico de la ciudad, a raíz de los datos recientes que sitúan a Pontevedra como la segunda ciudad gallega en la que sus ciudadanos han perdido más poder adquisitivo. El cierre o estado crítico de importantes empresas, la incertidumbre que se cierne sobre el complejo de Ence en Lourizán y sobre el propio puerto por la referida sentencia o el declive del pequeño comercio eran otros de los aspectos de la realidad socioeconómico pontevedresa que se abordaban. Y al tiempo se instaba a los dirigentes políticos a atajar esta peligrosa dinámica. "¿Cuál es la apuesta de nuestros gobernantes por tirar del carro de la economía pontevedresa y para crear empleo de calidad? ¿Qué están haciendo para atraer industrias?", se preguntaba FARO en su editorial, acorde con la línea de compromiso que su edición mantiene con la defensa de los intereses de la ciudad de Pontevedra y los pontevedreses, dentro de la independencia, pluralidad y rigor que rigen siempre sus criterios profesionales.

El pasado lunes el alcalde Fernández Lores por medio de su jefe de gabinete comunicaba telefónicamente a FARO que el Concello de Pontevedra suspendía un acuerdo comercial pendiente tan solo de firma y descartaba asumir cualquier otro, por la línea informativa del diario. 48 horas después, ayer miércoles, la represalia fue formalizada personalmente a la gerencia del diario en el transcurso de una reunión que estaba convocada con anterioridad. En estos términos: el gobierno de Lores da por roto todo vínculo con FARO molesto por las informaciones publicadas, y así seguiría mientras se mantenga la misma línea informativa.

El citado jefe de gabinete, Antón Prieto, en un escrito posterior enviado a la gerencia del periódico, reitera que la relación entre el Concello y el diario se rompía. "Por razóns alleas á nosa vontade, vémonos na necesidade de suspender até outro momento a campaña "Pontevedra paso a paso", que estaba a piques de iniciar a súa andaina na edición local de Pontevedra de Faro de Vigo", se puede leer en la comunicación enviada por el hombre de confianza de Fernández Lores, y en la que agrega: "Ogallá poidamos retomar axiña a nosa colaboración, que agardo sexa longa e froitífera".