La Policía Local de Pontevedra intensifica la vigilancia y el control sobre el uso de las plazas de estacionamiento reservadas a personas con movilidad reducida. Los agentes incluso realizan arduas investigaciones para acabar con aquellos casos de uso fraudulento de estos espacios de aparcamiento.

Esto es lo que ocurrió en los últimos días con respecto a una investigación que se inició hace nada más y nada menos que cuatro meses, en febrero. Entonces se recibieron varias denuncias vecinales sobre el constante uso de una de estas céntricas plazas por parte de un vehículo que en ocasiones permanecía estacionado largos periodos de tiempo y por una persona que no presentaba en apariencia síntoma alguno de sufrir algún tipo de discapacidad.

La Policía Local acudió a la zona para comprobar la veracidad de las denuncias y fue entonces cuando pudo observar que dos vehículos supuestamente estaban utilizando de forma continuada dos plazas de aparcamiento para minusválidos utilizando una misma tarjeta expedida por un concello de la provincia de A Coruña.

Son de uso personal

Sin embargo, dado que las tarjetas estaban colocadas de tal forma que tan solo se podían leer parcialmente, no se podía constatar el número de tarjeta y si se trataba de la misma. Cabe recordar que cada tarjeta de este tipo es de uso personal e intransferible por lo que su titular la puede utilizar en cuantos vehículos desee pero no se puede utilizar en dos coches a la vez y mucho menos si quien emplea ese segundo coche es una persona sin discapacidad. Además, uno de los vehículos llegaba a permanecer varios días estacionado en una misma plaza sin moverse. Tras arduas investigaciones, los agentes pudieron comprobar que ambos vehículos utilizaban una misma tarjeta por lo que esta semana, cuando comprobaron la presencia de ambos vehículos aparcados a la vez en las calles García Camba y Augusto González Besada de Pontevedra, por lo que procedieron a llevarse a ambos con la grúa. En el depósito comprobaron que, aunque uno de los usuarios sí padecía una discapacidad, el otro no y además ambas tarjetas eran fotocopias.

Además de tener que asumir el enganche de la grúa, los responsables de este comportamiento calificado de "poco solidario" por parte de la Policía Local deberán también asumir el pago de las correspondientes seis multas por un uso indebido de las plazas reservadas a minusválido, sanciones que se corresponden con los días en los que ambos vehículos fueron detectados aparcados en estas plazas.