El fenómeno del "terraceo" no deja de crecer en Pontevedra y más con la llegada del buen tiempo y las temperaturas de más de 30 grados centígrados que se registraron ayer. El Concello acaba de exponer al público, para proceder a su cobro, el padrón de veladores de este año 2014, que experimenta un nuevo aumento con respecto al ejercicio anterior. Con un total de 266 recibos (aparentemente uno por bar, restaurante o cafetería que dispone de mesas en la calle) son ya 1.710 los veladores (una mesa y cuatro sillas) autorizados, lo que supone un aumento del 8% con respecto al padrón de 2013, que sumaba 1.580 altas. Esta actividad supone unos ingresos en las arcas municipales de casi 183.000 euros.

Al igual que se pone en marcha el proceso de cobro de estos recibos, el Concello también activa las inspecciones para detectar posibles infracciones. Es un proceso que se lleva a cabo al inicio del verano, cundo más abundan las terrazas y se producen más casos de picaresca. No obstante, desde que se implantó la ley antitabaco que prohibe fumar dentro de los locales, las terrazas se han multiplicado en cualquier época del año. En 2013 la labor inspectora detectó 143 veladores no declarados, lo que se tradujo en 38 liquidaciones que aportaron un total de 19.475.60 euros a mayores a las arcas municipales por tasas de terraza.

En 13 casos se detectaron más veladores de los autorizados y en los otros 25 se constató la existencia de terrazas nuevas instaladas por negocios de reciente apertura que no habían solicitado permiso para ocupar la vía pública.

De los 1.710 veladores censados este año, el 98% (1.762) ocupan viales y espacios públicos del centro urbano (categoría 1) y solo 38 de los declarados están en el extrarradio o en parroquias del rural. De este modo, los espacios peatonales y las plazas públicas del corazón urbano son los que concentran la inmensa mayoría de las terrazas y se calcula que ya ocupan más de 7.000 metros cuadrados solo en el centro urbano. Las terrazas pueden disponer de elementos decorativos, pero nunca fijos para que puedan ser retirados todas las noches.

Estas 1.710 mesas y casi siete mil sillas se reparten entre 266 locales de ocio, lo que significa que al menos un tercio de todos los bares del municipio disponen de terrazas, un fenómeno que se multiplicó desde 2011, cuando se prohibió fumar dentro de los locales y la ocupación de la vía pública se convirtió en la principal alternativa.

La peatonalización de la ciudad juega a favor de las terrazas, cuyo funcionamiento puede elevar una media del entre 20 y el 25% la facturación anual de los negocios hosteleros, según sus estimaciones, pero también la proliferación de estos elementos ha causado quejas y malestar entre algunos peatones por las dificultades para circular por espacios como la plaza de A Verdura, por ejemplo.

La cantidad de mesas por local depende oficialmente de los metros lineales de la fachada y de los metros cuadrados del establecimiento y su autorización conlleva obligaciones. Entre otras se deben instalar frente a la fachada o en ubicaciones comunicadas, mediante planos de situación al Concello; la estética del mobiliario deber respetar el entorno especialmente en el casco histórico y deben quedar recogidas al cesar la actividad del local.