Afectará a la totalidad de la plantilla - a día de hoy una mermada nómina de 23 trabajadores- y tendrá una duración de doce meses. La dirección de Factoría Naval de Marín comunicó ayer al comité la inminente presentación de un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) suspensivo que pretende consensuar este mismo mes de junio. El calendario que maneja refleja esta urgencia: constituir la mesa negociadora la próxima semana y en quince días iniciar la negociación propiamente dicha.

La presentación de un preconcurso de acreedores el pasado martes, el tercer procedimiento concursal en cuatro años, sitúa de nuevo al astillero de la ría de Pontevedra al borde del abismo. Para los trabajadores el paso dado por la empresa es "una sorpresa relativa porque vemos la escasa actividad que hay" señalaba ayer el presidente del comité y delegado de CC.OO, Ángel Torres, quien también subrayaba que "estamos muy preocupados" a pesar del mensaje de confianza y apuesta por el futuro que quiere transmitir la dirección de Factoría Naval.

Se trata de un mensaje idéntico al lanzado tras conocerse que ponía en marcha un nuevo proceso concursal que justificaba por la negativa de los bancos implicados en el plan de viabilidad pactado en abril de 2012 a poner a disposición del astillero las pólizas de crédito (liquidez) comprometidas: "Iniciamos este trámite (el preconcurso) con la esperanza de conseguir el respaldo necesario de las entidades financieras que dé viabilidad al proyecto y garantice el mantenimiento de los puestos de trabajo".

La plantilla de Factoría está bajo mínimos: 23 trabajadores, cuatro menos de los que quedaron tras el ERE extintivo de 2012, que redujo de 62 a 27 la nómina de empleados. Esta regulación constituyó uno de los pilares del acuerdo marco que permitió al astillero eludir lo que iba a ser su segunda suspensión de pagos en veinte meses. Los otros pilares fueron la renegociación de la deuda pendiente con los proveedores afectados por el primer concurso y la renegociación de la deuda financiera que ahora está en entredicho.

Al iniciarse la grave crisis contra la que luchan desde 2010 eran un centenar. Una cifra de operarios que se multiplicaba por ocho al sumar el personal de las firmas auxiliares que trabajaban en la construcción de sus barcos.

Reparación

Ni la presentación del preconcurso de acreedores ni el anuncio del inminente ERE ha alterado el normal funcionamiento del astillero. Con arrastrero congelador en la grada desde el pasado 27 de mayo -el "Capricorn" - el personal se ocupa de las tareas de puesta a punto del barco contratadas. Este mantenimiento los ocupará un máximo de dos semanas más y al concluir Factoría Naval se quedará sin actividad.

Por otra parte y mientras no reciba una contraorden el departamento comercial mantiene su agenda intacta. En cartera tienen un contrato de reparación de un barco atunero para septiembre y, si no se aborta la negociación, están "muy bien posicionados"para hacerse con la reparación de dos bulk carriers que llegarían a las gradas de Factoría Naval los meses de julio y agosto.