Construcciones piramidales de flores, frutas y huevos en Marín; personas ataviadas con xestas y toxos en Aldán (Cangas), son dos formas diferentes de celebrar la misma fiesta en ambos municipios. Las particularidades de la ancestral tradición de los maios ha propiciado un intercambio cultural entre los colegios de Sequelo (Marín) y Espiñeira (Aldán), mediante el cuál los alumnos acudieron a la escuela del municipio vecino para explicar las peculiaridades de la fiesta en cada parroquia.

En Aldán, los chavales promueven un tipo de maio muy antiguo, coincidente con la tradición de otros puntos del noroeste peninsular, como Villafranca del Bierzo, en el que una persona "se viste de maio", cubriendo su cuerpo de xestas y flores de toxo, a modo de maio viviente.

Los niños del colegio Espiñeira han recuperado esta tradición siguiendo las indicaciones de un veterano vecino, conocido en la parroquia como "O Gaiteiriño", que recuerda esta antigua forma de festejar los maios. Así se lo explicó a los más jóvenes de la parroquia, que han retomado la tradición a través del colegio Espiñeira.

Los niños de Aldán llevaron este maio a Marín, de igual forma que los escolares del Sequelo trasladaron un pequeño maio del estilo local hasta el colegio de Cangas. Allí interpretaron también un par de estrofas de las que están preparando para la fiesta que se celebrará mañana en la Alameda de Marín.

En la fiesta prevista para el 1 de mayo, los colegios de Marín y hasta 40 asociaciones vecinales y culturales de la villa preparan, además de los maios y las embarcaciones, una exposición de poesía gallega, que se exhibirá en grandes carteles a lo largo de la Alameda Rosalía de Castro. La fiesta que organiza el Ateneo comenzará a las 12.00 horas.