Menos grupos de jóvenes, menos fiesta y, como resultado, también menos toneladas de basuras en las calles. El final de las "noches de peñas" fue, al igual que el arranque, más tibio que en anteriores ediciones y dejó dieciocho toneladas de plásticos, papeles, garrafas etc en el centro histórico.

En la noche del sábado al domingo se recogieron 14 toneladas de basuras, que se redujeron hasta 4 en la madrugada siguiente, lo supone dos menos que en las mismas fechas del pasado año, una sensible reducción que no solo se hizo sentir en las fiestas más informales de los jóvenes y en sus resultados sino también en las cajas de la hostelería local.

Y es que los empresarios de la hostelería, que en el arranque de la crisis sintieron menos el bajón de la demanda, constatan ya desde el pasado año pero muy especialmente este verano el bajón de clientela.

Los peñistas veteranos, que acuden habitualmente a la feria, solían acompañar cada tarde de toros de encuentros entre amigos consistentes en almuerzos y cenas. Estas imágenes de los aficionados reunidos en las plazas y locales de hostelería apenas se han repetido en esta edición de la feria.

Otro tanto sucedió en el caso de los más jóvenes. Aunque las "noches de peñas" repitieron su habitual alegría y fiesta hasta la madrugada, se redujeron sensiblemente las compras de bebidas y en general las cuatro citas contaron con menos participantes que en anteriores años. "El sábado hubo mucho menos gente ya no que otros años sino simplemente que el fin de semana anterior", explica uno de los participantes, "y en domingo casi nadie".

Para dejar en perfecto estado de revista el centro histórico en el fin de semana del arranque de la "semana grande" trabajaron durante horas medio centenar de operarios (22 de ellos a pie) del servicio de limpieza.

Tres furgones-sopladoras, 7 barredoras, 3 lavaaceras, 3 camiones de recogida de basuras (con dos operarios cada uno) y 3 cisternas formaron parte del dispositivo.

Éste posibilitó que la ciudad recuperase su mejor imagen para acoger a los cientos de participantes en el arranque de las fiestas en honor a la patrona de la provincia. Fueron dos días en los que las distintas actividades reunieron a "mucha gente", indicó la concejala Carme da Silva antes de expresar la satisfacción del gobierno local por la afluencia de público a los conciertos, atracciones, feria taurina etc.

La edil también se felicitó por el tranquilo arranque de las fiestas y redujo los incidentes que se produjeron en el primer fin de semana "de peñas" (que se saldaron con 18 heridos) a problemas derivados de "peleas puntuales" sin mayor trascendencia.

Las "noches de peñas" son una de las escasas fechas en las que se suspenden las normativas anti botellón y se autoriza el consumo de bebidas alcohólicas en la calle. Un año más, no han estado exentas de polémica y los portavoces vecinales recuerdan que se trata en realidad de "un gran botellón que mantiene despiertos a todos los residentes hasta la mañana".

Previsiones favorables

Otro aspecto que anima al gobierno local son las favorables previsiones meteorológicas para esta semana. En previsión de que persistan las altas temperaturas y que éstas puedan afectar especialmente a los asistentes a los eventos más multitudinarios, caso de los conciertos en plaza de España, el concello pone en marcha un dispositivo para prevenir lipotimias.

A propósito de las protestas convocadas por el movimiento antitaurino coincidiendo con el final de feria, Carme da Silva recordó que el Concello no organiza estos espectáculos sino "una empresa privada", de modo que la administración local se limita a cumplir estrictamente la ley, que establece la obligatoriedad de garantizar la seguridad.

Por lo demás, recordó, la opinión mayoritaria del grupo de gobierno es la oposición al maltrato animal y la feria taurina no figura en el programa de fiestas oficial que edita el concello.