Fiesta, adolescencia y alcohol, el cóctel que se repite en las plazas y calles de la ciudad del Lérez durante los días de toros dejó, en la madrugada del domingo, al menos dieciocho jóvenes heridos de distintas consideración y cuatro ingresados con intoxicación etílica. Además dejaron una estela de daños en el mobiliario urbano -en papeleras, paneles informativos y señales- y en zonas verdes y árboles como, por ejemplo, los plantados en la avenida del Uruguay, en las inmediaciones del club náutico o en el paseo de Os Gafos.

De acuerdo con los datos recabados en el PAC (punto de atención continuada) de A Parda y en el servicio de Urgencias de Montecelo las veintidós incidencias citadas están relacionadas con broncas, peleas, agresiones y caídas en las que estaban involucrados peñistas como protagonistas activos o como víctimas. Trabajadores sanitarios señalaron que el consumo abusivo de alcohol y de otras sustancias ilegales -a todos los atendidos en Urgencias se les hace control de tóxicos- está detrás de la práctica totalidad de las incidencias atendidas que, por otra parte, subrayaban fuentes del Sergas, "no conllevaron en ningún caso presencia policial" en las dependencias sanitarias.

De acuerdo con la información desglosada por el Sergas, en A Parda se personaron dieciséis lesionados, de los que diez habían sufrido algún tipo de agresión que se tradujo en heridas, contusiones o esguinces y seis presentaban cortes de cierta consideración provocados por cristales de botellas o vasos. En buena parte de los casos los heridos y sus acompañantes presentaban evidentes signos de ebriedad. Todos los atendidos en el PAC de A Parda eran jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años.

En el servicio de Urgencias del Hospital Montecelo, y relacionados con la noche de peñas, se atendieron a seis personas de las que dos presentaban heridas fruto de sendas agresiones y cuatro un cuadro severo de intoxicación etílica. Se da la circunstancia, confirman fuentes sanitarias, que dos de los intoxicados eran menores de edad.

Lo que, por ejemplo, para el personal sanitario de A Parda fue una noche "movidita", para la Policía Local y Nacional fue una jornada moderadamente tranquila, a tenor de los miles de jóvenes que estaban en la calle, principalmente en el casco histórico. Esto no es óbice para que acudiesen a distintos conatos de pelea y para que pasadas las ocho de la mañana del domingo una dotación de la comisaría de Pontevedra, asistida por una ambulancia del 061, tuviese que intervenir en una agresión ocurrida en un local de la calle Michelena.

Primera hora de la tarde

Los peñistas que hacen del casco histórico un gran botellón, muchos de ellos menores, utilizan el pretexto de los toros para salir a divertirse. Desde primera hora de la tarde empezaron a ocupar plazas y calles de la zona monumental y conforme avanzó la jornada, el ensanche y espacios como el parque de Os Gafos o la zona deportiva de A Xunqueira.

Afrontaron la jornada de diversión pertrechados con litros de bebidas alcohólicas y no alcohólicas y combinados de todo tipo cuyos restos (botellas de plástico y cristal, tetrabricks, bolsas de plásticos y envoltorios) alfombraron el casco viejo hasta que el programado dispositivo especial de limpieza retiró la basura.