Unos pocos de los fieles que acudieron el pasado domingo a la procesión del Corpus advirtieron la presencia en la procesión de una decena de joyas de plata y oro, alguna de ellas con más de 5 siglos de antigüedad, recién recuperadas. Se trata de piezas emblemáticas pertenecientes al Gremio de Mareantes, desde la nave que porta la imagen de San Telmo a la espada de San Miguel o las dos cruces de ambos santos, que han sido restauradas en un taller de orfebrería y que, 24 horas después del desfile religioso, fueron entregadas al Museo Provincial para su depósito.

La restauración concluyó el pasado viernes y ha corrido a cargo del taller de orfebrería arousano Industria San José, cuyos técnicos invirtieron más de 4 meses en el arreglo de las piezas, reintegración de elementos faltantes etc.

José Luis Arellano, presidente de los Mareantes, explica que "son piezas que pertenecen al gremio desde hace siglos y cuya conservación es especialmente importante, por ejemplo en el caso de la Nao de San Telmo, data de 1850 y los trabajos consistieron en la recuperación del casco de plata y la dotación de toda una arboladura nueva".

También pasó por el taller de los orfebres la vela de plata con llama de oro de San Telmo, que porta el santo en la mano derecha durante la procesión, una obra que simboliza la guía y protección que brinda el santo a los marineros.

Por su parte, al otro patrón del gremio, San Miguel, corresponde el escudo con la leyenda "Quien como Dios" y la espada flamígera.

También la balanza en la que, según la tradición, se "pesan" las almas para decidir su destino.

Otras de las obras recién recuperadas son las dos cruces de los pendones de San Telmo y San Miguel, también realizadas en plata y oro, al igual que los tres cetros incluidos en los trabajos de restauración: los del Santísimo (la insignia que porta en la procesión el presidente del Gremio, con un cáliz con la sagrada forma en oro), el Teucro y el de San Miguel, patrón "de los marineros matriculados", recuerda el gremio.

Piezas del año 1500

Las piezas más antiguas, datadas en el año 1500 son el cetro de Teucro y la espada de San Miguel, mientras que la insignia del Santísimo fuer realizada en 1700 y el escudo es más reciente.

El gremio repitió el pasado domingo varias de las tradiciones ligadas al Corpus, a la cabeza el "desayuno" con orujo y pan de maíz que degustó la corporación antes de la procesión.

Se trata de un rito tradicional que los Mareantes repiten cada año y que también recuerda el pasado marinero del gremio. "Antiguamente, tanto las gentes del mar como las del campo, acostumbraban a desayunar aguardiente y pan de maíz antes de encarar el trabajo de la jornada", explica José Luis Arellano. Éste también recuerda una broma que los patrones gastaban a los novatos poco acostumbrados a las tradiciones marineras: "Les contaban que tenían que traer para el desayuno aguardiente, pan de maíz y chocolate, este último para apaciguar a Neptuno, que en caso de no contar con esa ofrenda podía llevárselos y los pobres, como podían, se hacían con el chocolate".

Con la repetición de este rito de degustar el orujo y el maíz, el Gremio también festejaba la restauración de varias de sus joyas más queridas, varias de las cuales (en concreto los tres cetros, la nao y la vela de plata de San Telmo), se exponen al público