Los trabajadores de la Fundación Juan XXIII trabajan desde principios de mayo en la mejora de los caminos y viales del rural de Marín, con el objetivo de tenerlos en buen estado para el período estival. La fundación ha reforzado además su plantilla de trabajadores, contratando a tres vecinos de Marín que sufren algún tipo de discapacidad, cumpliendo así con su compromiso de favorecer el empleo local.

Esta iniciativa emprendida el año pasado, ha sido bien acogida por los vecinos del ámbito rural, según expone la alcaldesa de Marín, María Ramallo. Los trabajadores de la Fundación Juan XXIII realizan una función encargada por la corporación municipal, que decidió poner estas tareas en manos de vecinos de Marín con algún tipo de discapacidad. Gracias a la contratación de estos servicios a la Fundación Juan XXIII se ampliaron los antiguos convenios del Concello para la formación de personas con discapacidad en contratos de trabajo, con lo que la fundación pudo incrementar su plantilla desde los tres trabajadores contratados en 2008 a los 16 que forman actualmente su plantilla.