El portavoz del grupo municipal del PP, Jacobo Moreira, considera "una evidencia el exclusivo afán fiscal de la política de sanciones que está llevando adelante el alcalde a través de la Policía Municipal, con una constante y creciente presión sobre los conductores en forma de denuncias y multas cada vez más caras".

Recuerda Moreira que hace un año el PP criticara "el espectacular incremento de las previsiones presupuestarias en materia de recaudación en este campo, con un aumento de casi el 45%". A este respecto, indica el concejal popular que en el último ejercicio económico, se recaudaron 1.530.000 euros, "pero es que en la liquidación del presupuesto esta cantidad crece aún más, hasta el 1.832.649,22", es decir, más de medio millón por encima del año anterior y del cálculo presupuestado.

La conclusión que extrae el PP de este balance es que "la Policía Local actúa con desmedido afán recaudador a la hora de multar a los conductores, lógicamente siguiendo las directrices dictadas por el alcalde". Según Moreira, "el último capítulo de esta voracidad fiscal" fue el reciente anuncio del incremento de la tarifa de la grúa municipal en un 32%, con lo que el enganche llegará hasta los 115 euros. El objetivo del BNG es, dice el portavoz popular, "compensar con estas sanciones la reducción experimentada en los niveles de recaudación de otras áreas derivada de la actual crisis económica".

Esta "obsesión por aumentar los ingresos" lleva al Concello "a rozar el ridículo en los tribunales de Justicia, apunta Moreira, quien hace mención al caso de la anulación de una multa impuesta a un conductor por estacionar su vehículo en una zona limitada temporalmente por una operación de limpieza. Otro caso, "aún más llamativo", pero que fue directamente resuelto por la concejala Carme da Silva en noviembre con la devolución del dinero cobrado a una conductora por la retirada de su coche por la grúa, sin necesidad de que el caso llegara al Contencioso, surgió, a juicio del PP, "por la testaruda actitud del Concello en relación con el idioma ya que el cartel que acompañaba la señal que justificó la infracción estaba unicamente redactado en gallego".