Lograr que el conjunto de la sociedad se responsabilice, dentro del espacio público, del cuidado de los niños, nuestro futuro; promocionar modos de transporte alternativos y saludables; y ayudar en el proceso de maduración de los pequeños, logrando una mayor autonomía. Son algunos de los objetivos que persiguen los "Camiños Escolares", un plan que facilita que los alumnos acudan caminando al colegio y lo hagan por itinerarios seguros.

El plan arrancó hace dos años en el colegio Álvarez Limeses con 13 escolares y hoy son más de cien los que cada día acuden a clases caminando.

El siguiente paso será extender el programa a todos los colegios de la ciudad en los que pueda aplicarse, dado que hay viales que no dependen del Concello, caso de la avenida de Compostela, lo que supondría mayores dificultades objetivas.

El concello ya ha mantenido reuniones con las asociaciones de padres y el claustro de los colegios Froebel y Campolongo y en breve coordinará encuentros con los de los CEIP Barcelos y Vidal Portela.

El objetivo es reunirse con todos los claustros y Anpas para recabar el apoyo de docentes y padres de alumnos a un proyecto que ya ha sido reconocido en diversos congresos celebrados en Huesca, Segovia y Ourense "y ha llamado la atención de otros municipios, caso de Carballo, que quiere poner en marcha un proyecto similar", señaló la concejala Carme da Silva.

Tras estas reuniones, el siguiente paso será celebrar asambleas con los padres y posteriormente unas jornadas formativas en las que expertos en psicología y seguridad explicarán a las familias ventajas asociadas a este programa como la definitiva importancia del ejercicio físico en la maduración de los niños.

En este sentido, el jefe de la Policía Local, Daniel Macenlle, se refirió a un estudio realizado por la Universidad de Copenhague en el que se relacionaba la capacidad de atención y la duración de la concentración con la alimentación.

La investigación determinó que no existía una relación directa entre la capacidad de atención de los escolares y la alimentación (si habían desayunado o no, el tipo de comestibles consumidos...) pero sí concluyó que los niños con mayor capacidad de concentración acudían al colegio a pie o en bici, de modo que el ejercicio físico constituía un factor central en el rendimiento educativo.

"En el tiempo que lleva en funcionamiento el programa", precisó Daniel Macenlle, "no hemos tenido ni un solo problema".

Los "Camiños Escolares" no solo cuentan con la implicación de los vecinos, familias y la Policía Local sino también de comerciantes y profesionales cuyos establecimientos o despachos están situados en los itinerarios seguros. Los escolares saben que pueden dirigirse a ellos si necesitasen cualquier tipo de ayuda o se perdiesen.

Mientras que en otras ciudades estas modalidades de traslado de los escolares suponen cerrar vías abiertas al tráfico "en Pontevedra tenemos lo principal, que no es la voluntad de los padres y vecinos sino un escenario de tráfico calmado", añade Daniel Macenlle.

Además de evitar el sedentarismo en los niños y garantizar su seguridad en los itinerarios a los colegios, el plan se plantea otros objetivos como "cohesionar a la sociedad en torno l cuidado de los niños" y también lograr una mayor seguridad vial.

Y es que los accesos a los centros escolares suponen en los horarios de inicio y conclusión de las clases uno de los principales retos para la Policía Local, ya que se producen frecuentes maniobras que podrían poner en riesgo la seguridad de los escolares y sus familias, así como invasiones de aceras etc.

Asimismo, se busca potenciar, cada vez más, modos alternativos de movilidad sostenible (el peatonal o en bicicleta fundamentalmente) que no solo suponen una menor polución sino una sensible reducción en los ruidos y atascos, a mayores de ayudar a las familias a luchar contra el sedentarismo, un factor que contribuye a la epidemia de sobrepeso que sufren los niños españoles.