Afronta la cita del 21-O como un reto "personal y político" y se declara convencido de que los pontevedreses y los gallegos no perderán la oportunidad de decir ¡basta! a una forma de gobernar, la del PP, que los conduce a un creciente empobrecimiento.

-Afirman, usted y el BNG; quiere trasladar a la Xunta un gobierno como el de Pontevedra, ¿qué rasgos definirían este gobierno?

- Son diferentes escalas pero aquí en Pontevedra hubo una apuesta por un modelo de desarrollo propio, por poner en valor sus recursos, por recuperar sus espacios públicos y por creer en nuestras posibilidades y en nuestra identidad. Esa fórmula, ese modo de gobierno, ese compromiso con el concello y con el país es el que habría que trasladar a la Xunta. En Pontevedra también hay un equipo que actúa con solvencia y con valentía.

- ¿Qué distingue al BNG de otras alternativas?

-En la medida que combinamos el factor nacionalista, de defensa de los intereses de Galicia, con ser una fuerza de izquierdas somos una alternativa distinta a cualquier otra lo que no quiere decir que no coincidamos con otras organizaciones sobre todo en cuestiones sociales y por eso también podemos ponernos de acuerdo con otras fuerzas para echar al Partido Popular.

- ¿Interpreta el 21-O como un plebiscito sobre la política de recortes o sitúa sus clave en otros aspectos?

-Hay dos claves. Una de país porque Galicia lleva sufriendo agresiones y ataques a su economía y a su identidad, el gobierno de Feijóo fue muy agresivo en este sentido, y otra clave más socioeconómica e incluso democrática en el sentido de que están amenazados o se están perdiendo derechos sociales, conquistas históricas de los sectores mayoritarios de la sociedad. Hay que defenderlos con todos los medios, desde las movilizaciones y también desde los ámbitos de gobierno.

- Como planteará la campaña para captar el interés de unos ciudadanos defraudados con los políticos?

- La campaña será una crítica contundente al actual desgobierno de Galicia y de Madrid y al desastre económico y social que está produciendo sus medidas y denunciaremos el castigo que intentan infringirle a Pontevedra por no apoyar sus ideas en sucesivas elecciones municipales. Pero también vamos a ofrecer nuestras alternativas porque hay un sector de la ciudadanía que piensa que lo que se está haciendo es lo único posible y nosotros creemos y defendemos que hay otras posibilidades. Ejemplos hay en otras comunidades y en otros países en Europa.

-¿Cómo puede la Xunta combatir la crisis económica y de manera especial el paro?

- La Xunta puede impulsar, con el marco legal actual, medidas en el ámbito financiero como crear una banca pública que sea un instrumento real de apoyo a las empresas, a las familias o, por ejemplo, puede proponer una reforma fiscal que vaya contra la tendencia de que la gente que menos tiene o la clase media acabe pagando el 80% del IRPF que se recauda. Por otra parte se pueden usar los recursos públicos para dinamizar la economía mediante la inversión pública y evitar recortes en los servicios básicos, que dan protección a los sectores más expuestos a las consecuencias de la crisis. Esta crisis tiene un trasfondo ideológico y está sirviendo de pretexto para la demolición del Estado del Bienestar, para privatizar, para exprimir aún más a los sectores trabajadores y clases medias.

-¿Ha superado el BNG sus conflictos internos? ¿cree que los ciudadanos ve al BNG con una organización estabilizada?

- Es cierto que hace un año en el BNG había un tenso debate interno y hubo un abandono de la militancia que yo creo pequeña, aunque con mucha repercusión mediática. Encuestas de Galicia y otras a nivel Estado reflejan que la situación para nosotros es buena, con expectativas de llegar a sectores de izquierda desencantados o incluso a los que sienten estafados y desengañados del PP.

- Feijóo habla de dos alternativas: un PP unido y un "guirigay" de cinco partidos.

-Supongo que es un mensaje dirigido a su electorado ya que hay distintas alternativas en la derecha. En el PP tienen que conjugar distintos grupos de intereses y pactar internamente a nivel territorial e ideológico, ya que abarca desde la extrema derecha a posturas más liberales y centristas. Creo que cada organización tiene que explicar sus propuestas y si tiene que haber pactos se verá en función de los resultados. Ahora toca otra cosa.

- ¿Cómo cree que afectará la entrada en escena de nuevas formaciones políticas: Anova-EU, CxG, Mario Conde...

- En el ámbito de izquierda, si alguien quiere una alternativa nacionalista o una alternativa de izquierdas tiene al BNG. Podemos atender esa doble demanda pero hay otras opciones y el electorado tiene que decidir. En el caso de la derecha, hay un sector amplio de electores que se sienten desengañados y estafados tanto por el gobierno de Feijóo como de Rajoy porque prometieron unas cosas que están incumpliendo y para ellos es un problema que surjan opciones. Pero hay un obstáculo: la barrera del 5% para entrar en el Parlamento y para todos estos grupos que son creados de manera coyuntural, de un día para otro para presentarse, es una dificultad. El BNG defiende la eliminación de ese límite porque creemos que la pluralidad da mayor calidad a la democracia.

- Conoce, por su condición de concejal, la realidad del concello de Pontevedra. Si llega al Parlamento ¿qué cuestiones más locales le gustaría trasladar a la Cámara gallega?

-Nuestro planteamiento es de país pero hay cuestiones centrales que son de Pontevedra como el saneamiento de la ría y el tema Ence. Un objetivo básico del BNG, desde el Parlamento o del Gobierno si tenemos esa responsabilidad, es sacar a Celulosas de Lourizán porque sabemos que hay una intención clara del PP, con la modificación de la Ley de Costas, de buscar una salida para que permanezca ahí. Después está el tema de los equipamientos de servicios públicos básicos: la salud, la educación, que son comunes a toda Galicia. Y hablaremos de las infraestructuras, de demandas históricas que habrá que defender con uñas y dientes: vías de comunicación, la ronda urbana, la mejora de carreteras de titularidad económica o el transporte público

-¿Considera que la Xunta y el Gobierno castigan a Pontevedra por la apuesta que mantiene desde hace más de doce años por un gobierno local liderado por el BNG?

-Es una evidencia y una realidad. Este mandato, en Pontevedra, se puede considerar de inversión cero. Las únicas actuaciones que se llevaron a cabo fueron obras contratadas en el anterior gobierno como el puente de As Correntes, con cofinanciación municipal o el fin de la circunvalación de Marín que ya venía de un anterior gobierno popular. El gobierno de Feijóo no tiene balance que ofrecer. Hablan de guarderías, lo que es falso: hay dos hechas por el concello, otra por la universidad y otra privada. Se paralizaron proyectos que estaban presupuestados como la carretera de Vilagarcía o la ronda urbana que los metieron en un cajón y se aparcó el proyecto de hospital y ahora no hay nada.