A falta de que las empresas adjudicatarias instalen el tramo central del puente das Correntes, que permitirá unir físicamente las dos orillas del río Lérez, los trabajos en este viaducto urbano se centran la actualidad en "acrecentar" la estructura a lo ancho. Los operarios trabajan desde hace unos días en instalar las "costillas" y demás entramados metálicos a ambos lados del trazado central del puente y que sustentarán las aceras y zonas peatonales.

Con la instalación de estas pasarelas peatonales, el viaducto comienza a alcanzar el ancho que mostrará una vez que entre en servicio y que podrá rondar los cincuenta metros, ya que dispondrá de dos carriles en cada sentido, aceras y carril-bici, junto con el espacio que ocupan los dos arcos de sustentación, aún pendientes, la mediana central, y otros elementos.

Ni el gobierno local ni las empresas ofrecen datos concretos sobre el ritmo real de las obras y se maneja un calendario muy ambiguo sobre la fecha de entrada en funcionamiento del puente, que se sitúa entre "finales de la primavera y principios del verano", es decir dentro de al menos cuatro meses.

A finales del pasado año se llevó a cabo la maniobra más espectacular de este proyecto hasta ahora, con la instalación de los dos tramos laterales del puente, uno a cada orilla. Falta el sector central, para que el probablemente se utilice una barcaza.