Treinta y cuatro accidentes de trabajo cada día de septiembre en la provincia (30 durante la jornada laboral y 4 in itinere). Un dato que justifica, para UGT, jornadas de prevención de riesgos laborales como la que ayer se celebró en el Pazo da Cultura.

- Casi quince años después de la aprobación de la ley de riesgos laborales la prevención sigue siendo una asignatura pendiente ¿por qué?

- La ley se puso en marcha en 1996 y su desarrollo es lentísimo, aún hoy no ha concluido. También hubo agentes externos interesados en hacer negocio de la prevención y muchos pequeños y medianos empresarios (el 90% del total) se vieron obligados a pagar por unos servicios técnicos con los que creían cumplir. No se interiorizó en las empresa la cultura de la prevención, se empezó a poner trabas al diálogo con los trabajadores, a la información…

- Qué papel jugó la administración, ¿se implicó o se limitó a hacer de observador?

- La administración actuó con muchos titubeos, haciendo reformas que obedecían al interés de ciertos sectores como las mutuas, que se demostró que usaban los servicios de prevención para cortar la aparición de otras empresas que pudieran hacerle competencia.

- ¿Será el miedo a la sanción, y sobre todo a la sanción penal, la que acabe sensibilizando a los empresarios de la necesidad de la prevención?

- Es triste pero el refrán dice que nadie aprende en cabeza ajena, mientras no le toca a uno no pasa nada. Estamos trabajando en proponer una ley integral porque nos encontramos que no hay un tratamiento pautado para la siniestralidad, no tanto para la prevención como para las consecuencias de la siniestralidad.

- ¿Qué cuota de responsabilidad tienen los trabajadores en este tema?

- Los trabajadores debemos asumir nuestra responsabilidad. Por un lado nos amedrentamos a la hora de reclamar las medidas de protección. Por otro, nos decimos que nunca pasa nada, que llevamos años trabajando así… una tesis habitual entre los más veteranos. Nos han inculcado e inculcamos malos hábitos y además está el clásico argumento de que si no lo hago yo, lo hará otro. En consecuencia estás poniendo en riesgo tu salud y tu vida pero también la de tus compañeros.

- En época de crisis se dispara el trabajo en negro y la precariedad ¿en qué lugar queda la prevención?

- Hemos constatado que los empresarios están rebajando los recursos que dedican a la prevención. Hacen este cálculo: si divides el número de accidentes por el de empresas tienes muy pocas posibilidades de que te toque. En Galicia puede haber 70-80 muertos en un año, 400-500 accidentes laborales graves…. y los empresarios valoran que es un riesgo asumible.

- ¿Qué balance hace del plan estratégico de riesgos laborales de Galicia?

- Tenemos un plan, aprobado en 2006, que acaba el 31 de diciembre de 2010. En este tiempo lo más importante fue la creación del ISSGA (Instituto de Seguridade e Saúde de Galicia) y los esfuerzos por difundir la ley de prevención.

- ¿Qué retos se deben afrontar a partir de 2011?

- Tenemos que conseguir introducir la cultura de la prevención en la sociedad y que el ISSGA se encardine más en el tejido social y empresarial. A su vez habrá que colaborar más con la Inspección, con la Fiscalía... Por otra parte, a los niños y jóvenes los formamos para tener un trabajo, también hay que formarlos en prevención, deben ser enseñanzas transversales.