Acunado entre los ajetreos de las labores del campo, Lorenzo Varela descubrió el arte en los calendarios que anualmente inundaban su imaginación de formas y colores que reproducía a desde niño sin esfuerzo.

En la actualidad el pintor pontevedrés expone en la Casa de las Artes de Vigo, con una muestra compuesta por 79 cuadros, 50 óleos y técnicas mixtas y 29 pasteles, hasta el próximo día 12 de octubre. Una muestra en la que la intensidad de la mirada de sus retratos reinvierte la situación del observador y lo convierte en observado.

-En su exposición se perciben siempre los mismos motivos, retratos, bodegones, paisajes naturales, ¿Por qué?

-Hay una frase de Baltus que decía: El motivo es la excusa, el tema o pretexto. Hay que mirar la pintura. Entonces, yo necesito el apoyo de la figura para desarrollar mi labor creativa para que después de varias sesiones viendo a la figura, acabe siendo esa persona o esa cosa. Es como el músico que despliega la partitura y más o menos improvisa.

-Sus cuadros transmiten cierta melancolía, como si viésemos las imágenes a través de un enramado ¿Cuál es el motivo de cubrir así las imágenes?

-En realidad no sabría decirte el motivo, el creador, en este caso el pintor, a veces pues las motivaciones de uno a hacer determinadas cosas son interiores a uno y pertenecientes al subconsciente y ni tú mismo sabes por qué. Pero si tuviera que buscar una explicación pues se me ocurre una frase que me dijo el hijo de un amigo mío, oye, tienes una pintura que si la viera mi padre le gustaría mucho porque él tenía una frase que decía que le gustaba buscar la belleza “allí donde la realidad empieza dejar de serlo”. Mis cuadros están a caballo entre la abstracción y la realidad, a veces parecen casi una resonancia magnética del paisaje y ese entramado es como esconder un poco el motivo que le da misterio. Por otro lado en Galicia las nieblas y esos días grises que se pierden a lo lejos y todo eso te influye.

-¿Qué destacaría de su carrera pictórica?

-Yo creo que el mayor premio que he tenido es tener un estilo reconocible que es lo más difícil en cualquier tipo de arte.

- ¿Qué significa para usted la pintura? ¿Es un modo de vida?

-Yo estudié magisterio y me saqué las oposiciones pero hace más de 20 años que me dedico sólo a la pintura. La pintura es como una mujer celosa, lo quiere todo para ella.

-¿Qué opina sobre la pintura que se hace en la actualidad?

-La pintura parece que no está muy de moda. Yo nunca me dejé llevar por modas, ni vanguardias , ni retaguardias aunque en mi pintura está claro que hay influencias. A mí me gusta el hecho de pintar, oler la pintura... En la actualidad la pintura está muy confusa y cuando las cosas están muy confusas se dice que “A río revuelto, ganancia de pescadores”. Aún así, a veces la gente se da cuenta de dónde hay trampa y dónde está el arte de verdad.