Algunos sinónimos de celebrar son reverenciar, venerar con un culto público, conmemorar o alabar, que fue lo que merecidamente hicieron los participantes en la “Festa da Orella” a los 20 cocineros que prepararon las más de 400 raciones de la popular receta que se sirvieron ayer en Lérez.

La tercera edición de la “Festa da Orella” que organiza la asociación de vecinos “San Bieito” tuvo lugar en el atrio del monasterio, en donde se instaló una carpa para que los asistentes pudiesen saborear las raciones con vistas al río Lérez.

La “orella” se sirvió al estilo tradicional, cocida con mucho aceite de oliva, acompañada de patatas y sazonada con pimentón.

A mayores de las raciones de orella (que se sirvieron, como en la edición anterior, al precio único de 4 euros y acompañadas de vino) los asistentes pudieron adquirir pulpo y churrasco para completar el almuerzo.

El grupo de música tradicional “Os Alegres” fue el encargado de amenizar la fiesta, en la que tuvieron un especial éxito las orejas dulces, un postre tradicional al que se dedicó un concurso.

La teniente de alcalde Teresa Casal y la cocinera Elena Argüello fueron algunos de los jurados de este certamen en el que obtuvo el primer premio Ángeles Ramírez, seguida de Josefa Novo y Dolores Pérez.

A propósito de los secretos para elaborar la mejor oreja dulce, Elena Argüello explica que “hay que contar con una buena manteca de vaca, anís del Mono, azúcar que no sea glass y, por supuesto, una mano especial para amasar, porque hay manos con una habilidad determinada”, como bien pudieron comprobar ayer en Lérez los aficionados a la gastronomía tradicional.