Julio Santos Pena / MARÍN

Aguas fecales procedentes de propiedades privadas circulan por el vial de playas buscando un sumidero que se encuentra unos treinta o cuarenta metros más abajo y que todo parece indicar, acaba en el riachuelo que atraviesa la playa de Mogor hacia el mar.

El vial de playas se ha convertido en el paseo habitual de numerosas personas que por afición a andar o por prescripción facultativa, hacen el recorrido entre Marín y cualquiera de las playas que forman el rosario de las mismas hasta Aguete.

Precisamente varias de estas parsonas alertaban ayer de la existencia del vertido que cuando llueve, lógicamente no se aprecia pero es una realidad que en estos días discurre maloliente y fenagoso por la orilla de la calzada. Las mismas personas aseguran que este "río" de basura líquida lleva meses haciendo su continuo recorrido y sospechan que proceden de, al menos, dos pozos negros que deben estar rebosando ya que incluso uno de los vertidos sale por las juntas del muro que soporta un terreno.

Es extraño que la concejala de Medio Ambiente que tanto alardea de efectividad y hacer cosas que "nunca se fixeron" no se haya percatado de este asqueroso problema que con toda seguridad, lleva las aguas sucias hasta la playa en donde juegan los niños a hacer barreras con arena y en contacto directo con el agua del arroyo.

Es probable que el problema sea particular pero las consecuencias son públicas y desde el concello hay que querer o saber corregir estos defectos con una gestión adecuada de cada caso.