Taekwondo, gimnasia acrobática, partidos de fútbol y de balonmano, o un desfile de dragón chino fueron algunas de las actividades que desarrollaron la asociación ecologista Verdegaia y la ONG Amarante, en su campaña "Olimpiadas Limpias", con la que denuncian la explotación laboral dentro de la industrial de material deportivo. La Praza da Ferrería acogió este evento en Pontevedra, que al mismo tiempo se desarrolló también en otras tres ciudades gallegas: Santiago de Compostela, Vigo y Ourense.

En estos "juegos olímpicos alternativos" colaboraron unas 300 personas y varios clubes y asociaciones deportivas que se sumaron a esta iniciativa, entre ellos el ex jugador de fútbol del Compostela y del Celta "Nacho", el entrenador del Teucro "Pillo", el árbitro y entrenador de balonmano Marcos Pérez, el corredor de marcha Jorge Ignacio Silva, el árbitro César Carballo, la fondista Conchi Gómez, el maratoniano Manuel Rosales, el campeón del mundo de Quick Boxing Cipriano Gómez, el nadador José Manuel Regueiro, o los balocentistas Rubén Vila y Soni Vázquez, entre otros.

La "Olimpiada Limpia" coincidió ayer con una reunión en Hong Kong, en la que se elaboraba una hoja de ruta para la mejora de las condiciones de trabajo de las personas que trabajan en la fabricación de productos deportivos, principalmente para las principales marcas del sector.

Las actividades desarrolladas en las ciudades gallegas consistieron, además de juegos, en un "cosido olímpico de balones", "lanzamiento de marcas", "regata olímpica y carrera de 100 metros lisos por la deslocalización".

Condiciones laborales

Al mismo tiempo se ofrecía información a los espectadores sobre las condiciones de trabajo en las fábricas a las que el Comité Olímpico Internacional ha concedido licencia para elaborar el material de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, entre las que se ha constatado la contratación de menores, semanas laborales de más de 80 horas o salarios hasta un 65 por ciento más bajos del mínimo legal, según informaron estos colectivos. El precio de unas zapatillas deportivas de primera marca equivale al salario de un mes de los trabajadores que las fabrican en países del tercer mundo. Mientras, las grandes marcas deportivas han multiplicado por más del doble sus beneficios desde las últimas olimpiadas.

Para participar las estas actividades de la "Olimpiada Limpia", el público recibió un billete falso de 500 euros, el valor aproximado de una entrada para la gala inaugural de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Según explicaron los organizadores, un trabajador de ropa deportiva en China tendría que trabajar cuatro meses para poder conseguir uno de estos pases.

Las "Olimpiadas Limpias" también incluyeron una degustación de productos de comercio justo y de galletas chinas con mensajes contra la explotación.