Los apenas siete mil metros del tramo Pontevedra-Cerponzóns del Eje Atlántico de Alta Velocidad, que incluyen el paso del AVE por el centro urbano, obligarán al Ministerio de Fomento a expropiar 275.879 metros cuadrados, y afectarán a otros 52.000 metros más con ocupaciones temporales durante las obras o servidumbres permanentes. En total, son 495 las parcelas que, de una u otra forma, resultarán ocupadas por la alta velocidad ferroviaria. Así consta en la relación de bienes que el ministerio acaba de hacer pública, para comenzar el proceso de expropiación. Todos los propietarios están citados desde el 24 de este mes, y hasta el 3 de julio, en el concello, para recibir las actas.

Aunque este trazado discurre por varias parroquias del norte del municipio, como Alba y Cerponzóns, su recorrido más espectacular corresponde al centro urbano, desde la estación del tren hasta el paso sobre el río Lérez, donde se construirá un nuevo puente. Es en este recorrido donde la relación ofrece un balance de 76 parcelas calificadas como "urbanas", con categorías, según el Catastro, de "terreno", "residencial", "jardines" o "industrial". En total, son 23.494 metros cuadrados (el 8% del total) los que serán ocupados por el AVE en todo el casco urbano. En el resto del municipio figuran categorías como "labor", "monte bajo", "monte maderable", "robledal", o "viña", entre otros.

Titulares diversos

Entre los titulares de las fincas afectadas figuran entidades como Augas de Galicia, el Arzobispado y "Obras del Puerto", así como empresas (Avícola de Galicia, Tafisa y algunas promotoras inmobiliarias) pero los dos propietarios más afectados son la propia Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y el concello, que suman el 55% de todo el suelo implicado. En el primer caso, el AVE afecta a 83.600 metros cuadrados, en buena parte debido a que la alta velocidad discurrirá por los mismos terrenos que la vía actual, propiedad de Adif. El concello resulta afectado en unos 68.700 metros cuadrados, y los servicios municipales ya trabajan en la plena identificación de esas parcelas, en especial una de casi 40.000 metros catalogada como "vías públicas", pero sin estar plenamente identificada. Fuentes del concello confían en que no se trate de los terrenos reservados para el centro lúdico-deportivo de A Parda.

En el casco del casco urbano, las parcelas afectadas oscilan entre uno y 4.096 metros cuadrados. En este último caso, el terreno figura a nombre de Tafisa, aunque en la actualidad la mayor parte de los antiguos terrenos de la fábrica son propiedad de la inmobiliaria Lar. El tren discurrirá por detrás de ese espacio, después de abandonar el falso túnel" previsto frente al barrio de A Seca. Otra zona cubierta es la situada en al actual pasarela entre Joaquín Costa y Loureiro Crespo, una pasarela que las obras obligarán a derribar para adecuar al paso del AVE, que incluye una doble vía ahora inexistente salvo en los tramos más próximos a la estación.

El Ministerio de Fomento tiene el licitación desde el pasado 19 de abril la adjudicación de estas obras, con un presupuesto de 74,1 millones de euros y un plazo de ejecución de 40 meses, con lo que se estima que el AVE estará disponible en la ciudad en el verano de 2012. En principio, Fomento prevé seleccionar a la empresa encargada de las obras en el último semestre de este año. Se trata del sector más retrasado de la comarca y que el resto de tramos en el municipio, desde Pontesampaio hasta el límite con Barro, está ya en ejecución.

De los 7 kilómetros totales, cinco circunscriben al casco urbano, desde la entrada sur de la estación (a la altura del puente de O Couto), hasta la calle Médico Ballina, ya en Lérez. El 25% de ese recorrido se realizará en túneles o pasarelas cubiertas.

Túnel y puente

La nueva traza coincide en buena parte con la actual y contará con doble vía en todo su recorrido. Parte de la estación y tras unos 200 metros, inicia su recorrido en falsos túneles. En la calle 12 de Novembro, el ministerio construirá un puente de 14 metros de ancho para conectar la zona de A Eiriña con A Parda.

Inmediatamente después de ese puente se cubrirá la vía por completo hasta la pasarela ya existente en Joaquín Costa. En conjunto, se trata de unos 300 metros ocultos. Al otro lado de Loureiro Crespo, el tren vuelve a circular a cielo abierto, pero en el barrio de A Seca se crear otro falso túnel de 270 metros.

Desde este punto, las vías estarán descubiertas por detrás de Tafisa y por debajo de Monte Porreiro, hasta la orilla del río Lérez, donde se proyecta uno de las infraestructuras más llamativas del trazado: un nuevo puente, de unos 175 metros de longitud, muy próximo al actual. Más adelante está previsto otro viaducto, de menores dimensiones, para salvar el río Rons.

Una vez cruzado el río por el nuevo puente, en la orilla opuesta se construirá un túnel para pasar bajo la carretera de Campo Lameiro y la avenida de Compostela. El AVE circulará bajo tierra a lo largo de unos 430 metros, hasta asomar poco después de la calle Médico Ballina, donde abandona el casco urbano y enfila hacia Cerponzóns y Barro. Desde el puente sobre el Lérez hasta Médico Ballina, el último trazado elegido por Fomento se varió con respecto a diseños anteriores, para evitar el derribo de algunas casas. Además, tampoco coincide con la traza actual, por lo que el actual túnel de Lérez será cegado e inutilizado. En el recorrido rural, la alta velocidad sí coincide, básicamente, con las vías actuales, aunque ocupará una plataforma más amplia, de un mínimo de 14 metros de ancho, para dar cabida a la doble vía.