| La ciudad desperezándose, casi bostezando. Las últimas luces de la madrugada con el incipiente amanecer. El sol se adivina en el horizonte. Coches como luciérnagas. El enlace entre la noche y el día, con el reflejo de la primera claridad en el Miño. Cada puente de un color. En Ourense salió el sol ayer a las 7.46 de la mañana y se puso a las 21.15, tras más de 13 horas de luz. Esta imagen de las 7.21 del miércoles muestra ese instante de transición entre una jornada y la siguiente.