Un hombre de 65 años de edad, J.A.G.B., falleció a primera hora de la mañana de ayer en un incendio que se registró en su casa, situada en el lugar de Lagorzos, en el concello de O Irixo. También estaba en la vivienda familiar su hermano, C.G.B., de 52 años, que resultó herido leve al intentar rescatarlo, después de sacar de la casa a su madre. La mujer, de 86 años, fue atendida en el lugar de los hechos por los servicios de emergencia como consecuencia de la inhalación de humos y ya se encuentra con unos familiares en un pueblo cercano. A su hijo menor, una ambulancia lo trasladó al CHUO con quemaduras de poca consideración.

El fuego se inició en torno a las 6.00 horas en el dormitorio del fallecido por causas que todavía se desconocen. "Es extraño porque se trata de una casa nueva, la habían remodelado por completo hace apenas 10 años, instalación eléctrica incluida", explicaba el alcalde del municipio, Manuel Penedo, tras el suceso. Una vivienda que consta de un sótano donde está el garaje, primer piso, que se vio afectado por las llamas, y el ático.

"Creo que aún no eran ni las 6.00 cuando lo escuchamos gritar por la carretera, descalzo, en calzoncillos y con su madre envuelta en una sábana", comentaba un vecino de O Abeledo, que fue de los primeros en conocer la noticia. Solo la familia víctima vive en el lugar de Lagorzos, perteneciente a la parroquia de San Cosmede de Cusanca, confirmaba el alcalde. Las casas habitadas más cercanas están a medio kilómetro de distancia, precisamente en el lugar de O Abeledo, ya en el concello de Dozón (Pontevedra).

El 112 Galicia tuvo constancia de los hechos a través de la alerta de un particular al hilo de las 7:15 horas, que ya les indicaba que las otras dos personas que viven en la casa estaban fuera. Desde el Centro Integrado de Atención a Emergencias pasaron entonces el aviso a los bomberos, la Guardia Civil, Protección Civil de O Carballiño y al 061-Urxencias Sanitarias.

Una vez sofocado el incendio, algunos sobrinos de las víctimas se acercaban a la casa, donde ya trabajaba la policía judicial recogiendo pruebas, para asistir al levantamiento del cadáver y hacerse cargo de las 20 cabezas de ganado con las que la familia se gana la vida. "Tiveron que vir botar as vacas, porque eles teñen a explotación aquí na casa", comentaba otra de las vecinas, procedente del lugar de O Castro.

Según confirmaba el alcalde, todos los miembros de esta familia de ganaderos eran conocidos en la parroquia y también en los concellos de Dozón y Lalín, lugares muy próximos a su lugar de residencia, "en los que solían realizar sus compras y tareas diarias". El regidor también anunció que el Concello de O Irixo ha decretado dos días de luto oficial con motivo de la desgracia.